En la maraña de estrenos y producciones de Netflix, emerge «Ripley» como una joya oscura y seductora. Dirigida por Steven Zaillian (guionista de El irlandés) y protagonizada por un elenco brillante encabezado por Andrew Scott (Oslo, 1917…) en el papel titular de Tom Ripley, la serie despliega una atmósfera inquietante y una reflexión profunda sobre la intersección entre la vida y el arte.
La historia, basada en la novela de Patricia Highsmith, nos lleva en un viaje a la Italia de los años 60, donde Tom Ripley, interpretado fabulosamente por Scott, es enviado para traer de vuelta a Nueva York al acaudalado Dickie Greenleaf, encarnado por Johnny Flynn (The Lovers, El sastre de la mafia…). Lo que comienza como una misión aparentemente sencilla se enreda en una red de engaños, manipulaciones y oscuros secretos.
La serie, filmada en blanco y negro, evoca una sensación de nostalgia y melancolía que se entrelaza con la intriga y el suspense de la trama. Zaillian y su equipo logran capturar la esencia de la época con una fotografía exquisita y una dirección impecable. Desde las calles empedradas de Italia hasta los lujosos salones de Nueva York, cada escena está impregnada de una atmósfera única.
Uno de los aspectos más destacados de «Ripley» es la interpretación de Andrew Scott como el enigmático anti-héroe. Scott infunde al personaje una profundidad y una frialdad que mantienen al espectador en vilo en cada momento. Su relación con Dickie Greenleaf, retratado por Johnny Flynn con una sutileza fascinante, es el corazón de la serie, cargada de tensiones y ambigüedades.
A diferencia de otras adaptaciones, «Ripley» se aparta de la ambigüedad sexual que caracterizaba al personaje, ofreciendo una visión más cruda y directa de su psique retorcida. Esto, junto con la cuidadosa construcción de la trama y los personajes, convierte a la serie en un viaje a las profundidades de la mente humana.
A lo largo de ocho episodios, somos testigos del ascenso y la caída de Tom Ripley en un mundo de lujo y decadencia, donde las fronteras entre la realidad y la ficción se desdibujan peligrosamente. Cada detalle, desde la ambientación hasta la actuación, está cuidadosamente elaborado para sumergir al espectador en esta oscura y fascinante historia de crimen y redención.
Pero «Ripley» va más allá de ser una simple adaptación. Se sumerge en temas como la identidad, la moralidad y la búsqueda de la perfección, explorando las complejidades del ser humano de manera profunda y provocativa. La serie también ofrece una mirada crítica a la sociedad de la época, con sus jerarquías sociales y su obsesión por la apariencia y el estatus.
En cuanto al aspecto técnico, «Ripley» destaca por su impecable diseño de producción y su cuidada dirección artística. Cada escenario está meticulosamente recreado para transportar al espectador a la Italia y Nueva York de los años 50-60, mientras que la música y la fotografía contribuyen a crear una atmósfera envolvente y evocadora.
En resumen, «Ripley» es una obra maestra del thriller psicológico que ofrece una narrativa fascinante y actuaciones estelares. Con su brillante dirección, su elenco sobresaliente y su atmósfera envolvente, es una de las joyas ocultas de Netflix que no deberías perderte. No te pierdas esta miniserie e introdúcete en el intrigante y retorcido mundo de «Ripley», déjate llevar por su narrativa que te mantendrá al borde de tu asiento hasta el último momento. ¡Recomendada! Por fin algo decente en Netflix….
Soy Electrum…
Soy Electrum, el crítico de cine más sincero y sin pelos en la lengua desde Madrid. Series, videojuegos o películas, no importa; si no me convence, lo diré sin miedo. Las críticas no me asustan, solo me motivan a seguir así…