El cineasta tinerfeño Eduardo Díaz reinterpreta el largometraje fundacional del cine canario, ‘El ladrón de los guantes blancos’
Se trata de una apuesta muy personal, reconocida con el premio al mejor largometraje experimental en el Sevilla Indie FilmFeltival Seviff 24
La película El sueño del ladrón (70’/2023/España), del cineasta tinerfeño Eduardo Díaz, se estrena este jueves, 18 de abril, a las 19.00 horas, en Multicines Tenerife, sesión en la que se inicia la semana en la que la cinta se proyectará en la sala lagunera. Díaz llega a su encuentro con el público tras obtener con su propuesta el premio al mejor largometraje experimental en el Sevilla Indie FilmFeltival Seviff 24. Las entradas pueden encontrarse en taquilla o adquirirse por adelantado a través de Internet.
Con El sueño del ladrón, el cineasta revisita y reinterpreta el primer largometraje de ficción rodado en Canarias, El ladrón de los guantes blancos, de José González Rivero y Romualdo García de Paredes, una película muda de 1926 que se rescató en parte en los años 80 del siglo pasado tras haber desaparecido y haberse perdido parte del metraje. La película de Díaz se plantea superar esta y otras dificultades que obstaculizan el acceso a la historia para el público contemporáneo.
Díaz explica que su motivación con este su primer largometraje “ha sido poner en valor esta pieza fundacional, traerla al presente para ser vista de nuevo. Cuando ves El sueño del ladrón, estás viendo El ladrón de los guantes blancos con una nueva forma: cine expandido. Una película dentro de sí misma”, explica el cineasta.
Ese cine expandido al que se refiere el director consiste en una forma tan original como arriesgada de presentar al público el metraje conservado. Además de usar todo lo existente, Díaz edita con otros elementos lo rodado hace casi un siglo y presenta todo sobre una pantalla expandida en tres cuadros, en los que transcurre el metraje en paralelo, y que pueden funcionar como tríptico, díptico o como una sola imagen panorámica. Así, el cineasta propone al público el visionado simultáneo de las escenas, de forma que, mientras el espacio de proyección se expande, el tiempo se contrae, al reducirse a 70 minutos los 137 minutos correspondientes al tiempo fílmico del original.
El film de Díaz conserva su propiedad silente en los diálogos, que se siguen presentando con rótulos, mientras que los textos narrativos originales han sido sustituidos por la voz del director, lo que, junto con la música original, de Niki Weber, y los efectos, añade una dimensión sonora de la que carece la cinta de González Rivero y García de Paredes.
.
Seleccionada en el festival de Cine de Las Palmas, en la sección Canarias Cinema, en 2023, la programadora de este evento cinematográfico Luna Frax aseguró que el primer largometraje de Díaz es “un viaje exquisito del pasado al presente, revisión de un clásico que adquiere vida propia”. Por su parte, la periodista del programa de TVE Días de cine Virginia García, tras su visionado en Las Palmas, destacó: “pocas cosas más gozosas en un festival de cine que las sorpresas y con ella nos topamos en El sueño del ladrón, una puesta al día divertida y respetuosa de El ladrón de los guantes blancos, película muda de 1926, dirigida por dos pioneros del cine canario”.
El equipo artístico de El sueño del ladrón está formado por Eduardo Díaz, que se encarga de la dirección y del guion adaptado, y Nike Weber, responsable de la banda sonora original. En el equipo técnico, Díaz asume las labores de montaje y producción; Pablo Bonet, las tareas de cámara, master y postproducción y Christian Buehner, el sonido.
“En el momento del estreno de El ladrón de los guantes blancos, las imágenes cinematográficas poseían para el espectador la magia y novedad de un espectáculo nuevo”, detalla Díaz. Con su propuesta de cine expandido, El sueño del ladrón facilita a un espectador contemporáneo el acercamiento “a su magia e interesarse por los inicios del mundo contemporáneo, en Canarias”, de forma que la obra pionera de González Rivero y García de Paredes se renueva para el presente “con el propósito de poner en valor esta pieza fundamental”.
A dos años de cumplirse el centenario del rodaje de El ladrón de los guantes blancos, la intervención de Díaz, osada y respetuosa, renueva el trabajo de González Rivero y García de Pareces, de forma que el público vuelve a ser atrapado por las aventuras del famoso detective londinense Tom Carter y su lucha contra El Encapuchado y sus secuaces, que han tomado como víctimas de su ambición a David Henry, exbanquero yanqui, y a su inocente hija, que viven una apacible vida burguesa en su palacio en Londres.
Eduardo Díaz García (Santa Cruz de Tenerife, 1966) comenzó a trabajar con videos en los años 90 del siglo pasado en el ámbito de la videocreación o videoarte. El sueño del ladrón es su primer largometraje. Esta película, junto a la escritura del guion titulado Sangre en el río, que participó en el programa desarrollo Ibermedia y no llegó a realizarse, “son, dentro de mis experiencias, las que más se ajustan a lo que podría entenderse como producción cinematográfica”, explica el cineasta.
Su primera producción, Llum de nit (1990) fue finalista de premios nacionales de vídeo de Cataluña y participó en la feria ARCO. Desde entonces, ha producido una serie piezas, de forma discontinua e independiente. Entre ellas, destacan I ching (1999), pieza abstracta y musical, como la anterior; I cant get not satifaction (2002), una sátira sobre el turismo de masas, su trabajo con mayor difusión hasta ahora; Vip (2004) y 11 dólares (2004), producciones creadas con la apropiación no autorizada de materiales; al igual que El origen del mundo (2014), un ensayo que relaciona arte, historia, sexo, psicoanálisis y política con lo personal. Estos trabajos se han exhibido en diferentes espacios de arte –CCCB, La Casa Encendida, Fundación Tàpies– y también en la escena underground.
El guitarrista y compositor Niki Weber Collins (Santa Cruz de Tenerife, 1977). Estudió en el Conservatorio Superior de su ciudad natal y Taller de Músics de Barcelona. Ha participado como guitarrista en proyectos de música clásica y música antigua y en bandas de rock, blues y jazz, principalmente. Crea música para el sector audiovisual en productoras independientes y para programas de la televisión pública.