miércoles, abril 24, 2024

Adrián Gómez opina sobre la película «Barry Seal, el traficante» de Doug Liman

Asunto: «Barry Seal, el traficante»

 

El omnipresente Tom Cruise vuelve a coincidir con el correcto director Doug Liman («El caso Bourne», «Seňor y seňora Smith»), tras la estimulante «Al filo del mañana».

Tras el fiasco de «The Mummy», el actor de 55 tacos se ponen en la piel de uno de los vividores y tramposos más grandes del (prolífico en ellos) país más poderoso y estúpido del mundo, que ríase usted de Frank Abagnale Jr,Boston George o Jordan Belford.

Barry Seal trabaja en la TWA pilotando aviones y, de vez en cuando, trapichea con cigarros habanos, hasta que un agente de la CIA interpretado por Doomnhall Gleason (Black Mirror, El renacido, El despertar de la fuerza) le ofrece sacar fotos aéreas en determinadas zonas conflictivas en Centroamérica.

El asunto se complica cuando el bueno de Barry aterriza accidental (y accidentadamente) en territorio narco en Colombia, y Ochoa y Escobar le ofertan exportar farla a los USA, y, a su vez, la CIA le vuelve a «ofrecer» llevar armas y provisiones de todo tipo a los contra-sandinistas. En pleno desaguisado de contraofertas varias, Barry ya es agente» cuádruple «llenando su casa, su jardín, su armario y su banco», de billetes; toreando al servicio de inteligencia yanqui, al general Noriega, a Pablo Escobar y al propio Reagan… todo ello con el consentimiento de las agencias gubernamentales y altos mandatarios (los Bush también estaban en el ajo), en uno de los episodios más sonrojarte y flagrantes (innumerables) que se recuerdan en la historia de los «IUESEI».

Todo narrado con nervio, como si De Palma y Scorcese estuvieran de anfetas, y con ese ritmo ya impuesto por los respectivos maestros en las soberbias y pioneras «Uno de los nuestros» y «Atrapado por su pasado», imitado (hasta por ellos mismos) hasta la saciedad. Es decir, voz en off, fotografía sepia y mucha y buena música. A base de VHS, el protagonista nos cuenta sus andanzas en primer plano.

Periodo 1978-1986… Lo increíble del caso es que su vida real era aún más rocambolesca; como que, aun con todo lo que tenía encima, nunca dejo la TWA, y que su padre era dirigente del KU KUX CLAN, entre otras cosas… Film entretenido que jamás cae en el tedio,  en el que Cruise se vuelve a marcar otra convincente interpretación… muy recomendable

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