Jordan Peele fue toda una revelación en Déjame Salir (2017), aún hoy su film más popular, Óscars incluido. Suponía un acercamiento al fantástico con acento racial. Su segundo aporte, Nosotros (2019), su film más conseguido, en mi humilde opinión, hacia mayor hincapié, con la temática del doppleganger. Su remake de la serie Twilight Zone, recogiendo el testigo de Rod Serling (en todos los sentidos) también fue una grata sorpresa. Todo lo anteriormente citado está reseñado en Culturamanía. Posteriormente, colabora con J.J. Abrahams en la irregular Territorio Lovecraft, para H.B.O…y fuera del género, era inevitable el encuentro con Spike Lee, con la más que correcta Infiltrados en el KKKlan.
En Nop nos propone una miscelánea scifi terror, con un prólogo demoledor, antes de los créditos, que ya nos pone en situación. Cameo del gran Keith David (La cosa, Están vivos, Pitch Black), protagoniza Daniel Kaluya (Black Panther, Judas y el Mesías Negro) , estrella de su primer film, Keke Palmer como su hermana, Steve Yeun (The walking dead, Twilight Zone, Minbari), y un recuperado Michael Wincott (El cuervo, Días Extraños, Alien Resurrección), villano de los 90 por excelencia.
El film está narrado en estructura segmentada, al estilo Tarantino, si bien, a veces parece por pura gratuidad, otras dilatando excesivamente el metraje. Un crescendo con un tempo desafiante para el espectador actual, teje un suspense digno de Shyamalan, para terminar en un clímax (auténtica set piece del film, junto con el flashback del chimpancé) con ecos puramente Spielbergianos, con imitación/homenaje a golpes de efectos, digno de todo un John Williams.
Aquí hay reminiscencias de Tiburón, Encuentros en la tercera fase e, incluso, Parque Jurásico. También hay algo de Señales, y un poco de Carpenter en su planificación. Peele aprovecha los escenarios naturales, y crea un cuento de horror, que maneja con brío en ciertos momentos, y decae en otros. Entre luciérnaga y fantasma, suerte y gatillo, no se entiende la llamada de Júpiter, sino es por el relato de Gordy, inquietante momento, donde el director parece soltar toda su mala baba, esto es; interpretando la masacre del simio contra el elenco» White Trash», mientras perdona la vida al joven actor oriental…no resulta descabellada tal reflexión, si echamos un vistazo al leit motiv de su filmografía…y todos sabemos cómo son denominados los afroamericanos en la tierra de la libertad…
Se cita a Oprah como meta, en un entorno desértico, casi de western, con caballos de por medio, y cuando se revela la amenaza en un duelo final con viento, polvo y nubes, el homenaje en la banda sonora lo deja claro.
Sensaciones encontradas pues, ante un film notable, que representa la propuesta más inteligente del verano, junto con Men, y que confirma a Peele como uno de esos nuevos valores del género (cómo Garland, Niccol, Villeneuve, Aronofsky, Nolan… éstos ya más veteranos), pero uno no termina de empatizar con sus personajes, ni con sus motivaciones. No entusiasma como las anteriores, pero si es digna y hasta magistral en algunos pasajes, aunque su duración perjudica más que ayuda.
Recomendable para amantes del director y de las rara avis en el fantaterror
Imagen promocional de la película