Llega a los cines estatales el film que dio a conocer al director Nicholas Winding Refn. Después de la brutal (literalmente) Bronson (2008) el realizador trabaja en ésta coproducción danesa británica. En 2009, con el gran público anonadado con la aldea de los pitufos de James Cameron, Refn nos entrega una lectura alegórica del Ragnarok. Divide en seis partes la odisea de un-ojo (excepcional, como siempre, Mads Mikkelsen), guerrero silencioso, prisionero y posterior guía de un grupo de vikingos cristianos en busca de tierra santa. El lobo solitario anda acompañado de un rubicundo cachorro, entre niebla, ira, paganismo y mucha sangre. Sus visiones teñidas de carmesí preconizan el fin de todo. Un nuevo mundo allende los mares.
El formidable trabajo de fotografía y montaje encumbran la aventura, sacando partido a unos exteriores fundamentales en la narración. El ritmo y el enfoque, entre Tarkovsky y Malick, puede que no sea para paladares anestesiados por la ligereza (por decirlo eufemísticamente) del cine de género actual. Aquí, el director lleva al espectador y al protagonista a sus últimas consecuencias. El viaje es duro, pero epatante. Y el relato transcurre como las aguas del río que transporta a los protagonistas. Así, cualquier iniciado en la mitología nórdica, atisba al final del relato, lo que se cuenta. Una espléndida parábola, pues, pero con múltiples lecturas, más allá de lo señalado. Visceral, poética e hipnótica, está en las antípodas de Drive (2011), su film más popular, o Neón demon (2016) joya infravalorada y esencial cuento de terror, sobre el éxito en nuestra realidad contemporánea. Otro tipo de brutalidad. No hay redención para Tom Hardy, Ryan Gosling, Dakota Fanning o Mikkelsen en el cine de su autor. Sólo sacrificio. Es la única salida para sus protagonistas y su entorno. Hacer añicos el mundo que les rodea… solo así otros podrán encontrar la salvación. Y así, quizá, comenzar de nuevo… piedra sobre piedra. Corran a salas, antes de que la quiten, insensatos. Cine sensorial en estado puro
Película visionada en los Multicines Gran Sur en Tenerife
