El presidente de la Sectorial del Cómic de España, Alejandro Casasola y de la Fundación Canaria de Cine + Cómic, Francisco Pomares, han mostrado su satisfacción con la reciente presentación del Libro Blanco del Cómic de España pese a lamentar el “desolador panorama» que describe. La Sectorial jugó un papel fundamental en cuanto a que financiaron y coordinaron los trabajos y como consecuencia inmediata partir de ahora este sector se convierte en industrial con las ventajas que esta calificación puede traer consigo.
Pomares, apuntó que a pesar de extraerse un diagnostico que no resulta especialmente alentador, “siempre es mejor conocer la realidad” de manera que el libro se convierte en “la primera gran radiografía del sector en España. Se trata de un trabajo absolutamente necesario, que se ha hecho esperar demasiado tiempo”. Añade Pomares que a pesar de las palabras “autocomplacientes de las autoridades”, es de lamentar el escenario descrito en el que solo se salva lo que se refiere a producción y ventas pero no lo relativo a la remuneración de dibujantes y guionistas.
Casasola recuerda han estado tres años trabajando en el documento de manera que finalmente ha sido posible obtener “una imagen clara” del mundo del cómic en la que se refleja una visión global del sector, del mercado o niveles de venta, entre otros muchos datos. En definitiva, se cuenta con un libro que servirá de “herramienta” para mejorar las condiciones de este campo y al respecto recuerda las declaraciones del ministro de Cultura Ernest Urtasun y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que avanzaban en este sentido.
La conclusión que extrae Pomares de la consulta del Libro es que el cómic español está aún a años luz de alcanzar su mayoría de edad como industria y actividad económica. “Para la inmensa parte de autores, lo que refleja el informe es una realidad de miseria y precariedad. Ahora se trata de desarrollar políticas que dignifiquen, no ya la producción artística de extraordinaria calidad, sino las condiciones de trabajo de los autores”.
La publicación es resultado de recoger las experiencias y opiniones de 650 profesionales y por lo tanto las conclusiones que se extraen son completas y basadas en la realidad. No es raro que haya salido a la luz que autores consagrados, incluso premios nacionales del cómic, no pueden vivir de su propio trabajo y tienen que compaginarlo con otras actividades mejor remuneradas. “Este dato refleja un enorme desperdicio de talento”, concluye Pomares.
En el libro se plasma que un 64% de los ingresos de lo profesionales no alcanzan el salario mínimo e incluso un 33% confiesa que al año apenas reciben un máximo de 1.000 euros, un 30% entre 1.001 y 10.000 euros, el 21% de 10.001 a 30.000, el 11% de esta cifra a los 60.000 y apenas un 5 por ciento supera esta última cantidad.
Otro dato que puede mover al desaliento es que el 78% de los creadores son hombres y un 2% no se identifican con género alguno por lo que sólo el 20 por ciento se corresponde con mujeres. Otra de las conclusiones que más han llamado la atención es que pese al indudable prestigio internacional que tienen las viñetas españolas, con autores consolidados en realidad sólo uno de cada cinco creadores puede dedicarse plenamente a esta profesión, o lo que es lo mismo un 21%.
El Libro Blanco pretende ser el primer estudio que analiza en profundidad el sector, una de las principales exigencias de los dibujantes y guionistas, quienes reclamaban poder conocer al detalle las fortalezas, debilidades, retos y oportunidades a las que se enfrentan. Ha sido la Asociación Sectorial junto con el Ministerio de Cultura y Acción Cultural quienes han hecho posible la obra. El estudio fue presentado el pasado día 18 de enero en la sede del Ministerio de Cultura en Madrid, con la presencia del ministro quien declaró que la publicación, “nos permitirá avanzar de forma más certera en las políticas públicas para un sector que en Cultura consideramos clave, tanto en su faceta artística como en la de industria creativa”.