«La rabia es uno de los sentimientos más puros», decía una de las dos integrantes de Bala en una entrevista. Y esa emoción fue transversal en buena parte del repertorio de las bandas que ayer protagonizaron una segunda y multitudinaria ruta de conciertos del festival Arrecife en Vivo.
Opereta Humanoide abrió la tarde en el Islote de Fermina con un directo circense aceleradísimo que congregó a fieles de los ritmos más punks de la isla y a un buen montón de peques que experimentaron el concierto en primera fila. «Profetas» o no «de la tragedia», volvieron a cantar “ojalá lleguen ya los extraterrestres” y a usar la sátira como vehículo de expresión.
Los embajadores del rocanrol callejero Rockalean se encargaron de meterse en el bolsillo al público y llevarlo de concierto en concierto al ritmo de versiones de Barricada, Kortatu o La Polla Records, con Pirata al saxo y la voz, Odei a la batería, Mikel a la guitarra, Jon al sousafón y Eneko al bombo.
En el Parque Islas Canarias calentaban The Lizards, un trío de Barcelona con Carla y Judith como espectaculares frontwoman. Desde su presentación, con humo y la banda sonora de la serie ‘V’, dejaron claro que son puro power rock. Fue, para muchos, el descubrimiento de la noche. Edgar a la batería completa un combo con el que se conecta desde el minuto uno. El título de su último y pandémico disco, ‘Fake reality’, deja claro su estado mental. Sus temas: para bailar, para reivindicar (más rocanrol en Barcelona), para desahogarse (“Everybody sucks”).
Único y especialmente emocionante fue el directo de G-Noma en el Parque José Ramírez Cerdá: un reencuentro de los siete componentes de la banda de nu metal conejera, que se reunían de nuevo para tocar exclusivamente para el Arrecife en Vivo. Con un diseño de luces propio, David, Yeray, Yaco, Adrián, Israel, Airan y Jose tocaron temas de sus dos discos, ‘Origen’ y ‘Cauces’. Sus riffs y la extraordinaria armonía entre los miembros de la banda volvieron a hacerse presentes. ‘Un cristal rompiéndose’, el tema que compusieron para pedir más investigación para la enfermedad de Alzheimer y apoyo a las familias, fue uno de los temas más aplaudidos de la noche.
La “riada” de gente atravesó el Charco de San Ginés en dirección Marina Lanzarote. Siguiente concierto: Bala, el proyecto de las gallegas Anxela y Violeta, guitarra y batería, dos fenómenos de la naturaleza, dos mujeres con una energía arrolladora y un directo fundamentado en el grunge y los sonidos más salvajes de los 90. “¿Qué pasa, peña? Somos Bala, somos gallegas y hemos venido a hacer un poquito de ruido”, advirtieron en su primer saludo. Ojalá el ruido fuera siempre el suyo. Sonaron temas de sus discos ‘Lume’ y ‘Maleza’, mejor trabajo del año para varias revistas especializadas. “¡Qué gusto, qué de gente!”, decían entre canción y canción. El público, boquiabierto y entregado desde el primer momento. Especialmente jaleada fue la presentación de ‘Bessie’, una canción dedicada a la pionera Bessi Stringfield, una mujer negra que atravesó Estados Unidos en su moto, desafiando todas las normas y convenciones sociales de los años 30 del pasado siglo.
Esa “bonita energía” que ya habían percibido el impresionante dúo gallego se mantuvo con la salida a escena de Úrsula Strong y Koldo Soret: Niña Coyote eta Chico Tornado, de nuevo una pareja (guitarra y batería) y raudales de energía sobre la tarima. Un directo absolutamente deslumbrante que dejó bien claro por qué el rock stoner de esta banda guipuzcoana es una etiqueta que se les queda corta. Su versión final del ‘Kiling in the name of’ de Rage Against the Machine generó el delirio colectivo en el puerto deportivo Marina Lanzarote.
La noche concluyó con la selectora Sistah Vibes, que salió a escena acompañada por dos bailarinas de la Tenerife Dancehall Crew, la primera formación de baile jamaicano de Canarias, y del grupo AK Afrobeats, un grupo de danza de Lanzarote que traslada el folklore africano a la pista de baile contemporánea.
La siguiente cita de Arrecife en Vivo será el viernes 1 de octubre con Las Ratas, Hermana Furia, Zurych, Zahara, Perarnau DJ Set, Sisao Music y el pasacalles de The Walking Matt.
Fotografías de Javier Rosa