El cantante Depedro presentará su último disco de estudio, “Máquina de piedad”, hoy, a las 21.00 horas en el Espacio Cultural Aguere (calle Herradores, 47, La Laguna), dentro del Festival Internacional DocuRock 8, con las 510 entradas agotadas.
Tenerife vuelve a contar con la presencia de Depedro después de varios años de ausencia, uno de los músicos más multiculturales del panorama musical español, ya que ha actuado en los 5 continentes. 8 discos de estudio avalan su trayectoria, caracterizados por un sonido ecléctico imbuido de las sonoridades de América y África. El artista ofrecerá en el Aguere un concierto acústico de 75 minutos, acompañado de varias de sus guitarras. Los 510 asistentes podrán comprobar en primera persona la calidez de su directo que se refleja en su última grabación “Antes que anochezca”.
Se han agotado las 510 entradas del concierto que se celebra hoy, a las 21.00 horas, en el Espacio Cultural Aguere
“Bebo mucho de la música popular. Me gusta pensar que mi música pertenece a ese conjunto. Soy muy curioso”, enunció en una rueda de prensa celebrada en el propio Espacio Cultural Aguere horas antes del concierto.
Sus canciones levantan el ánimo con canciones como “Mañanita” o “Como te vas a ir”. Aunque también reflexiona sobre causas sociales como en “Plegaria de los sufridos”, donde pone voz y letra a las protestas de la sociedad chilena, y se atreve de hablar de política en “Causa común”, tema que alerta sobre el ascenso de la ultraderecha.
La canción “Entre el cielo y el barro” se inspira en la música brasileña.“Hice un trabajo docente en las favelas de Brasil junto al periodista Ángel Carmona en una favela llamada Parada de Lucas. Dimos clases de música y concluimos con un concierto, que ha sido una de mis actuaciones más emotivas. La favela es un sitio en el que, a priori, no hay nada, pero está lleno de vida y solidaridad”, comentó al respecto.
En “Plegaria de los sufridos” relata sus vivencias en las protestas de los chilenos por una mejor sanidad y educación. “Las protestas me cogieron aterrizando en Chile en noviembre del 2019, cuatro días después del estallido social. Decidimos hacer el concierto. Me encontré con una realidad muy dura. La que protestaba, sobre todo, era la juventud. Eran casi niños, de la edad de mis hijos, que luchaban por su dignidad, por un futuro mejor. La gente de más edad no salió a la calle porque recordaba lo que pasó en la dictadura de Pinochet y tenía mucho miedo. Tenían un discurso muy articulado. En la canción incluyo una frase que me dijo una adolescente de 15 años: Nos quitaron todo, hasta el miedo”, relató.
En “Causa común” alerta sobre el ascenso de la ultraderecha.“No soy de ondear banderas. La música es un territorio común. En los tiempos que vivimos es muy necesario encontrar puntos de diálogo, puntos de encuentro. La música aporta belleza, calma y entendimiento”, explicó.
“Máquina de piedad” se acerca a un Depedro con una humanidad sincera y empática. Jairo Zavala (Depedro) se sostiene sobre un eje firme. Sus dotes naturales, basadas en la energía y el ánimo, están presentes. Por encima de pandemias, de crisis, de ansiedades, la vida continúa. Así lo canta Jairo en “Máquina de piedad”: “Y cuando vuelva a rugir la vida/y cuando el miedo se quede sin guardias/agárrate a mis huesos/que siguen en pie/luchando por ti”. Una canción compuesta en tiempos de confinamiento pantalla contra pantalla de Guille Galván, de Vetusta Morla, la banda que dio el empujón a Jairo para ser Depedro.
El disco «Máquina de piedad» extrae su título del libro «La batalla de occidente», de Eric Vuillard que muestra la Primera Guerra Mundial como lo que fue: toneladas de carne humana devorada en trincheras. La canción más roquera del disco es «Noche oscura», en la que Depedro se reencuentra con Leiva, al que conoce desde hace más de veinte años, de la heterogénea escena madrileña de los 90. «Noche oscura» es un tema donde las voces de ambos sobrevuelan sobre el sonido de las guitarras eléctricas.