lunes, diciembre 23, 2024

El ceramista Ricardo Bonnet nos muestra su visión de El Hierro en la Sala L de Santa Cruz de Tenerife

‘El Hierro impreso’ es el título de la muestra que el ceramista canario Ricardo Bonnet ha presentado en la Sala L del Centro de Arte La Recova y permanecerá abierta al público hasta el próximo 28 de diciembre. La exposición, está formada por una cuarentena de piezas en las que el artista ha plasmado las sensaciones experimentadas al visitar la isla del Meridiano.

El Organismo Autónomo de Cultura de Santa Cruz de Tenerife (OAC), ha inaugurado la exposición El Hierro impreso del ceramista Ricardo Bonnet, en la Sala L del Centro de Arte La Recova. La muestra, que estará abierta al público hasta el próximo 28 de diciembre, está compuesta por más de 40 piezas realizadas por el autor en las que ha querido reflejar las sensaciones vividas en la isla de El Hierro.

Al acto de inauguración, que tuvo lugar ayer 1 de diciembre en la Sala L a las 19 horas, asistió la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gladis de León y el propio artista, quienes además de agradecer su presencia a los asistentes explicaron los pormenores de la exposición.

La edil de Cultura del consistorio capitalino aseguró que para el Organismo Autónomo de Cultura de Santa Cruz de Tenerife “es un auténtico placer contar de nuevo con el arte de Ricardo, un maestro de la cerámica creativa con un extenso currículum en su haber”. De León explicó que El Hierro impreso es “el resultado de un proceso de inmersión del artista, tras caminar paisajes, pasear entre bosques y nadar en las aguas de El Hierro” y destacó que “es increíble ver en sus piezas su don para transformar las cosas, dotándolas de una personalidad única y que deja huella”.

El Hierro impreso permanecerá en la Sala L del Centro de Arte La Recova hasta el próximo 28 de diciembre, y podrá ser visitada por el público de martes a sábados de 11 a 13 horas y de 17 a 20 horas y domingos y festivos de 11 a 14 horas (los lunes la sala permanece cerrada).

“Un viaje corto a la isla de El Hierro y saltó la chispa. Tantas sensaciones y experiencias acumuladas se fueron abriendo paso en el cuaderno de bocetos que siempre llevo conmigo. Los treinta y seis grabados del monte Fuji de Hokusai una excusa para la aventura. Otro ¿por qué no?. De vuelta al taller, en Tenerife, empezaron a tomar forma los treinta y seis círculos negros intentando imágenes y sensaciones que allí quedaron impresas. Hablamos, isla roca, barro y yo. Horno y yo, en esa relación contradictoria que los ceramistas tenemos con nuestro oficio. Grabada indeleble la experiencia permanece”.

Así expresa el propio Bonnet la gestación de esta exposición en la que el artista ha querido plasmar sus sensaciones tras viajar a la isla de El Hierro. Para ello, ha realizado más de 4o piezas empleando diferentes técnicas y utilizado diversos materiales. Todas las piezas, son obra original del autor y están basadas en la investigación técnica y formal que ha venido desarrollando en los últimos años.

El núcleo de la exposición está integrado por una cuarentena de tondos, bajo relieves de pared (piezas circulares), de aproximadamente 35 cm de diámetro.

Además, cuenta con un segundo grupo de piezas se agrupa bajo la denominación de Eres, inspiradas en las pocetas formadas en las rocas impermeables de los cauces de los barrancos donde se acumula con el agua de lluvia, arena fina y limpia. Estas piezas, que se pueden relacionar con los charcos, rocas negras, agua y mar son tridimensionales, semiesféricas y realizadas en gres negro, 1.2500. Cuentan además con vidrio reciclado, vidriados, arena y partículas de porcelana con dimensiones variables, que van desde los 17 cm hasta los 45 cm de altura.

La muestra engloba así mismo un tercer grupo relacionado directamente con la técnica de impresión de la arcilla in situ de huellas de rocas y vegetales, que aportan una mirada distinta al carácter procedimental que la ha inspirado. Partiendo de trozos de barro, el artista ha presionado directamente sobre algunas rocas y troncos de sabinas con el fin de capturar sus cualidades táctiles y texturas, aprovechando las formas obtenidas en la configuración de una especie de catálogo o diario de las distintas experiencias vividas en la isla.

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