Esta semana Culturamanía y El Libro en Blanco recomendamos: «Las dos manos de Cervantes», de Blanca Bravo Cela, una novela entretenida y bien documentada sobre un personaje apasionante.

El joven e intrépido Miguel de Cervantes pretende llenar su vida de grandes hazañas de las que poder enorgullecerse y sentirse alabado cuando las explique más adelante. Así llega a la batalla de Lepanto y, de allí, saldrá en busca de nuevas aventuras. Sin embargo, demasiado
pronto se encontrará con don Juan de Austria…, que le impondrá el más duro de los retos para quien callar sus méritos como soldado y espía, perdida su mano izquierda en la única de las batallas de la que puede hablar, va ganando años, pesadumbre y desilusión. Una única esperanza le salva: soñar con que, algún día, podrá contarlo todo. Ni Cervantes ni su obra se rindieron jamás. Ambos han sobrevivido el paso del tiempo merced a su valentía, sus ideales y su riqueza eterna, y eso es exactamente lo que Blanca Bravo nos propone en «Las dos manos de Cervantes». Novela de rigurosa documentación histórica, se funde la verdad con la ficción en un canto a la belleza de la derrota y un homenaje a aquel autor y soldado que hoy es conocido en todo el mundo por su colosal novela, el Quijote.

La aventura, el misterio, el juego entre religiones y el lenguaje se entremezclan aquí como ingredientes de una pócima secreta que hará las delicias de cualquier lector que se adentre en ella. Pocas novelas hay sobre un personaje tan conocido como Cervantes, y sin duda ninguna como ésta: el Cervantes más joven, aventurero y divertido. Las dos manos de
quien sólo tenía una, pero con la que escribió la mayor novela de la historia de la literatura española.

Compartimos un pequeño fragmento de la novela:
Hui a Roma a toda prisa hace sólo unos meses. O me iba de España o me cortaban la mano derecha. Todo por un duelo, una travesura de taberna, una tontería de bocas que se calientan al discutir y la soberbia de demostrar quién tiene razón en una disputa ridícula. Con las espadas en el aire, me quedé colgando de las nubes del amanecer y, casi sin darme cuenta, el filo de mi hoja rajó la mejilla del otro. Hubo sangre. Los duelos están prohibidos, así que la justicia me citó. No me presenté, porque no quería ir a prisión. Estuve escondido algún tiempo hasta que me enteré de que habían declarado mi búsqueda y captura. Por desobediencia, me condenaban a diez años de destierro y a que me fuera cortada la mano derecha con vergüenza pública.

Entonces, ayudado por mis padres, tracé un plan. Iría a Sevilla. Allí contactaría con un familiar, con quien viviría a escondidas un tiempo mientras me conseguía documentación con un nombre falso y un pasaje para poder llegar a Italia, donde la justicia española no podría ejecutar la sentencia. Desde Sevilla, siempre de incógnito, viajaría por caminos recónditos hasta Valencia, y de allí a Barcelona, donde embarcaría con destino a Roma para ponerme al servicio del cardenal Acquaviva.

Blanca Bravo Cela nació en Barcelona en 1972. Es licenciada en Filología Hispánica y doctora en literatura Contemporánea por la Universidad de Barcelona. Compagina la docencia y la creación literaria. Ha cultivado el ensayo, la biografía, la literatura infantil y el álbum ilustrado.
Con su primera novela histórica «La otra vida», publicada con Roca Editorial en 2016, quedó finalista en el Premio Planeta y ganó el III Premio Literario Marta de Mont Marçal. Con «Las dos manos de Cervantes» quedó finalista del Premio Edhasa Narrativas Históricas 2022.

El libro en blanco – C/ Juan Pablo II, 35 Santa Cruz de Tenerife www.libroenblanco.es