Esta semana Culturamanía y El Libro en Blanco les recomendamos: «Lo llamaban Moba», de Jesús Barranco Reyes, un libro que nos invita a hacer un viaje dentro de un viaje, a vivir una aventura única, y a reír y a sentir ternura y curiosidad, a partes iguales.
¿Dónde está el límite entre la realidad y la ficción¿ ?Existe tal distinción? Según algunas corrientes orientales, todo es una ilusión. Y al mejor estilo de Hogwarts, Tincos y sus amigos se preparan para hacer uso de sus talentos en un reino que se extiende en las tierras difusas de la web. En su caso, no hay varitas mágicas ni encantamientos, mas computadoras y videojuegos. Esa es la pasión del protagonista, un chico de 17 años, digno exponente de la Generación Gamer. Porque, los
Multiplayer Online Battle Arena, lejos de ser meros pasatiempos, son parte de su cotidianeidad y, a la vez, el campo para que demuestre su inteligencia, perspicacia y su sentido de la justicia.
Claro, esta afirmación solo es comprensible para quienes saben que, como en la vida misma, lo importante no es lo evidente. En el caso de Tincos y sus compañeros, jugar es solo un pretexto y un modo de atravesar la adolescencia y, con ello, de vivir el primer amor, la amistad, la camaradería y la vida escolar.
En «Lo llamaban Moba», Jesús Barranco Reyes abre una puerta a una dimensión paralela, que representa un antes y un después. Todo un rito de iniciación para el protagonista, quien, entre kills, retornos a la base e invocaciones a poderes mágicos, logra conocer valores como la solidaridad, el compañerismo, la compasión y la perseverancia. No en vano, el autor cita al pediatra y psicoanalista Donald Woods Winnicott quien afirmaba que <<Es en el juego y solo en el juego que el niño o el
adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y solo al ser creativo el individuo se descubre a si mismo>>.
Jesús Barranco Reyes es gamer a tiempo parcial y lector a tiempo completo. Durante el día se disfraza de ingeniero de montes en la isla de El Hierro, trabajando en proyectos de innovación y gestión de las emergencias. Dedica mucho más tiempo a pensar en videojuegos que a jugarlos y, ocasionalmente, teclea sobre ellos.