lunes, diciembre 23, 2024

El valor de la inclusión abandera la visita de la Escuela Comarcal de Música Daute-Isla Baja a través de la música

Yoko Senegal siembra la semilla en Bambey para la continuación del proyecto intercultural

El valor de la inclusión ha sido la bandera que ha ondeado en Bambey (Senegal) durante la visita del alumnado de la Escuela Comarcal de Música Daute-Isla Baja usando como principal vehículo la música.

Yoko Senegal ha sembrado la semilla en Bambey, pueblo de Hermanos Thioune, para la continuación del proyecto intercultural. La visita de dos días de 15 alumnos y alumnas de la escuela de la Isla Baja fue de lo más productiva en el sentido cultural. Además, la integración de ambos pueblos fue total compartiendo muchos momentos cómplices más allá de la música.

El intenso calor no fue una excusa para que el alumnado de la comarca noroeste expusiera su música en fusión con la senegalesa. La primera muestra África-Beethoven fue todo un alarde de integración: la música más europea se fundió con la percusión de Hermanos Thioune creando una versión inaudita para el público de Bambey.

El ministro de Cultura de Senegal, Aliou Sow; el alcalde de Bambey, Assane Dia; y otras autoridades senegalesas fueron testigos del intercambio cultural vivido en el municipio senegalés. Por parte de la comarca, estuvo el presidente del Consorcio Isla Baja, José Gregorio Pérez Medina; y el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Garachico, Airam Trujillo. Todas las entidades han hecho un balance positivo de la experiencia fraguando un hermanamiento que ha dejado semilla y huella en todos y cada uno de los participantes de la experiencia.

Para la directora de la escuela comarcal de música y una de las promotoras del proyecto, Juani Bolaños, se hace complejo hacer balance tras 48 horas del regreso. “Son tantas las emociones y las sensaciones vividas que resumirlas ahora es casi imposible”, expresa. “Yoko significa convivencia, integración, cooperación, amistad, compromiso, entre otros, y la música ha sido su artífice”, añade.

Según Bolaños, los objetivos marcados se han cumplido: “Poder fusionar la cultura africana con la occidental por medio de la herramienta de la creatividad ha supuesto un avance significativo en el aprendizaje del alumnado, quiénes junto a su profesorado han transmitido en Bambey un resultado embriagador”.

Para Juani Bolaños “la interculturalidad se produjo al instante. El encuentro vivido en el primer día de ensayo junto con los menores del lugar, los artistas senegaleses y Hermanos Thioune fue excelente. Así fue creciendo durante la programación de las actividades desarrolladas”. “Un programa donde la riqueza de la transmisión oral, la percusión africana y la danza del lugar traspasaron la frontera geográfica e ideológica en pro del entendimiento entre dos pueblos que apenas lo separan dos horas y cuarto de vuelo”, define.

La participación del pueblo de Bambey también fue “clave y ejemplar. Todos y todas participamos a través de la música de la fiesta del arte que, sumado a los momentos de convivencia en las calles y en la casa Thioune, se produjo la magia de la inclusión social”, afirma y concluye dando las gracias a “Bambey por tanto. Gracias al equipo de la Escuela Comarcal de Música Daute-Isla Baja y al Consorcio Isla Baja por experimentar y vivir en primera línea una realidad muy diferente a la nuestra”.

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