En una entrevista exclusiva para Culturamanía, Sofía Ramos González, periodista canaria, comparte los momentos clave de su carrera, desde sus inicios inspirados por una profesora hasta su obra «Ellas en el cine, el caso de Canarias». Con incursiones en el periodismo gastronómico y su compromiso como jurado en festivales de cine, Sofía revela su pasión por la comunicación y el séptimo arte, anticipando futuros proyectos, incluida su tesis doctoral sobre la representación de la ciencia en la ficción televisiva.
Comenzaste tu carrera periodística gracias a la sugerencia de una profesora en el instituto. ¿Qué fue lo que te atrajo tanto de la comunicación y el periodismo en ese momento?
R- Todo comenzó con la sugerencia de Ana Velázquez, mi profesora de Lengua y Literatura en el IES Punta Larga, en Candelaria. Nos preparó para abordar el comentario de texto periodístico durante el curso y es en ese momento donde me familiaricé con leer la prensa, conocer la actualidad y seguir la trayectoria de diferentes periodistas que, cada semana, escribían columnas y reportajes muy interesantes.
Luego, busqué información sobre el Grado en Periodismo en la Universidad de La Laguna (ULL), siempre tuve claro que quería estudiar en la ULL. Me gustaron las asignaturas y la nota de acceso en aquel momento, la más alta en las carreras relacionadas con Ciencias Sociales, me pareció un reto. Accedí y fue amor a primera clase. Captó mi atención el dinamismo de la profesión. Las personas más cercanas a mí me definen como “desinquieta” por lo que esta opción me pareció idónea.
Has participado en diferentes cursos y seminarios relacionados con la comunicación. ¿Cuál de estos cursos o experiencias te ha dejado una impresión más duradera y por qué?
R- Me encanta aprender. Esto me llevó y me lleva a buscar constantemente formaciones, talleres o seminarios en los que continuar profundizando en las diversas áreas del periodismo y la comunicación. Resalto un curso de locución y oratoria pública que hice con el profesor Manuel Herrador Calatrava. Durante 9 meses trabajamos la voz y sus matices. Reconozco que explorar esta herramienta de trabajo, fundamental para cualquier periodista, fue emocionante. Atesoro cada enseñanza y la pongo en práctica cada día. Descubrí otra salida profesional que me ha permitido prestar la voz en proyectos audiovisuales y en publicidad.
Últimamente he explorado también el periodismo gastronómico. Destaco el taller que oferta la Escuela El País. Hace unos meses lo cursé y admito que es un ámbito en el que me encantaría trabajar.
Como autora del libro «Ellas en el cine, el caso de Canarias», ¿puedes mencionar alguna historia o descubrimiento en particular que te haya emocionado durante tu investigación y escritura sobre la contribución de las mujeres al cine en Canarias?
R- “Ellas en el cine, el caso de Canarias” es el resultado de mi Trabajo Fin de Grado. Esta investigación me ha permitido vivir muchísimas experiencias enriquecedoras. Del proceso subrayaría, por un lado, la ilusión de poder realizarlo con la profesora Sonnia Chinea Rodríguez. Por otro, adentrarme en las realidades de las profesionales canarias y conocer mejor el sector audiovisual. Se ha investigado muy poco sobre este, en general. Como ocurre en otros campos las mujeres que ocupan puestos de responsabilidad a lo largo de la historia han estado infrarrepresentadas.
El objetivo fue conocer sus historias y reivindicar su trabajo en la industria, más cuando han despuntado a nivel nacional e internacional, y en el archipiélago siguen siendo personas desconocidas. Uno de los aspectos más llamativos que se desprende del estudio es la conexión entre las anécdotas de cada una, todas se han enfrentado a situaciones sexistas, aunque desempeñan su labor en áreas distintas y lo hacen en países o ciudades diferentes.
Has colaborado en revistas digitales como «Más Mujer» y «Alisios», escribiendo sobre cine y actualidad. ¿Puedes destacar una experiencia o artículo en particular que te haya permitido expresar tu pasión por el cine y la comunicación de manera excepcional?
R- Hace unos años escribí un reportaje sobre la reivindicación ética de la elipsis en el cine. Ahondar en este asunto resultó revelador. Tratar los tipos de violencia en la pantalla desde una perspectiva deontológica no es algo habitual de acuerdo con la agenda informativa. Aprendí mucho durante el proceso de escritura y considero esta pieza como la primera especializada en cine que publiqué en un medio escrito.
Una de las fuentes fue Mariano Barroso, cineasta y director de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en aquel momento. A Barroso le llamó mucho la atención que le planteara una entrevista sobre un tema tan específico, recuerdo que contestó inmediatamente y me dijo que estaba en el norte de España rodando una serie. Sin embargo, a pesar de las exigencias del rodaje buscó un hueco para responder. A raíz de este contacto prologó “Ellas en el cine, el caso de Canarias”.
Has sido miembro del jurado en festivales de cine como Tenerife Noir y II Cinema Trans. ¿Qué aspectos valoras más al evaluar películas en un jurado y cómo influyen tus experiencias anteriores en el cine en tu enfoque como jurado?
R- Siempre que me invitan a ser jurado en algún proyecto me siento muy honrada, creo que serlo conlleva una gran responsabilidad. Más que aspectos concretos intento buscar la armonía en los componentes de una producción audiovisual: equilibrio entre el apartado técnico, el guion, las interpretaciones, etc.
En los últimos meses he participado en el Festival Internacional de Cortometrajes John Lee – Villa de Mazo, en La Palma, y en el Festival de Cine Fantástico Isla Calavera en la sección de cortometrajes, en Tenerife. Han sido experiencias muy ricas. Escuchar a otras personas profesionales del cine y la comunicación, debatir y educar el ojo crítico es muy nutritivo. Mi enfoque particular es el de leer cine y ver mucho más.
Has participado en varias ocasiones en el Aula de Cine de la Universidad de La Laguna y Charlas de Cine en los Multicines Tenerife. ¿Puedes compartir una experiencia en particular que te haya dejado una impresión y cómo crees que estos espacios contribuyen a la educación y apreciación del cine en la sociedad tinerfeña?
R- Desde que inicié mis estudios universitarios he colaborado con el Aula de Cine de la Universidad de La Laguna. Es en su web donde comencé a redactar crónicas y críticas cinematográficas. Opino que es una apuesta clave para el desarrollo sociocultural de la ciudadanía. Las películas y las series de televisión informan y forman, además, son una ventana a temas que, quizá de otra forma, nunca hubieran formado parte del imaginario de las personas espectadoras.
Indudablemente, como experiencia señalo la cobertura del XII Festival Internacional de Animación, Efectos Visuales y Videojuegos, ANIMAYO. Mi compañera Luz Toro y yo nos trasladamos a Gran Canaria gracias al Aula y fue nuestra primera cobertura en directo sobre un evento vinculado al séptimo arte. Estos espacios inspiran. Me inspiraron como alumna a querer progresar, y creo que hacen lo mismo con personas con diferentes caminos, personales y profesionales. Las historias, el cine, unen, aunque cada persona haga interpretaciones propias.
Dado tu compromiso con la comunicación y el cine, ¿puedes compartir tus planes o aspiraciones futuras en estos campos? ¿Hay proyectos o metas que tengas en mente que te gustaría alcanzar en los próximos años?
R- Mi máximo compromiso a medio plazo es con mi tesis doctoral. Estudio la representación de la ciencia en la ficción televisiva en el Programa de Doctorado de Comunicación e Interculturalidad de la Universidad de Valencia.
Descubrí que, además del cine, la comunicación científica me apasiona. Como ven, el séptimo arte sigue estando muy presente y de esa conjunción nace la tesis. Otra idea que ronda por mi cabeza es la de continuar el trabajo iniciado con “Ellas en el cine, el caso de Canarias”. A lo mejor dentro de unos años me planteo analizar y documentar la evolución de lo que se cuenta en el libro. No sé qué aguarda el futuro, pero me ilusiona pensar en la próxima aventura.
Entrevista realizada por Jesús Hernández
Autoría de la fotografía: Sheila Torres
