Será el viernes 10 de enero, a las 19.00h, con la lectura dramatizada de varios textos y una representación teatral en torno a su figura
El Gobierno de Canarias cierra el programa de las Letras Canarias dedicado a Ángel Guerra con ‘La eterna Desdémona y las paces’, un homenaje a su figura y su obra que incluye la lectura dramatizada de varios textos y una representación teatral. El acto, que comenzará con una charla de Zebenzuí Rodríguez, experto en este autor, tendrá lugar el viernes 10 de enero, a las 19.00 horas, en el Teatro Guiniguada, abierto al público previa inscripción en www.elteatroguiniguada.com.
Original de Lanzarote, Ángel Guerra fue un hombre adelantado a su tiempo, que trazó un retrato de las clases humildes de la Canarias de principios del siglo XX. Su trayectoria, su personalidad y su obra, han sido objeto de atención durante 2024 a través de diversas actividades organizadas en el marco del Día de Las Letras Canarias, que llegan a ahora a su punto y final. El próximo 21 de febrero, el escritor conejero le pasará el testigo a Alonso Quesada, quien ocupará su lugar a lo largo de 2025.
El acto arrancará con la charla “La eterna Desdémona, la mujer en la obra de Ángel Guerra” impartida por Zebensuí Rodríguez, investigador especialista en el autor. Después se dará paso a una lectura dramatizada, a cargo de alumnado lanzaroteño, en la que reflejarán el posicionamiento del escritor hacia los individuos más pobres y desfavorecidos de nuestra sociedad. Por último, será el turno de la representación de la pieza “Las paces”, dirigida por Quino Falero, que corresponde a uno de los textos escritos por Ángel Guerra en el que se refleja la sororidad femenina y su importancia en el universo de las mujeres.
José Betancort, más conocido por el seudónimo de Ángel Guerra (1874-1950), nació en Teguise, en Lanzarote, en el seno de una familia humilde de campesinos. Escribió en más de 200 periódicos nacionales e internacionales. Es autor de una treintena de libros entre narrativa, ensayo y poesía. Hablaba varios idiomas y tradujo obra extranjera, con especial voluntad en divulgar la de las autoras. Durante su juventud, había escrito un artículo titulado ‘Polvo en el camino’, en el que describe cómo que “se ha llegado a un desprecio insostenible de la mujer, y que es víctima del castigo sistemático por parte del hombre”.