- El largometraje, escrito y dirigido por la cineasta Celine Sciamma, se proyectará este lunes, 1 de julio, a partir de las 19:00 horas, en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife. La entrada será libre hasta completar aforo. Toda la información se encuentra disponible en www.cajacanarias.com
La Fundación CajaCanarias, sensibilizada profundamente con la celebración, el debate y la visibilización de la diversidad, no quiere dejar pasar la conmemoración del Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, que se celebra todos los 28 de junio. Así, la Filmoteca CajaCanarias se suma a las habituales actividades socioculturales que se desarrollan a lo largo y ancho del planeta con la proyección del filme Retrato de una mujer en llamas (Portrait de la jeune fille en feu, Francia, 2019), que tendrá lugar el próximo lunes, 1 de julio, a partir de las 19:00 horas, en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife. Toda la información se encuentra disponible a través de www.cajacanarias.com
Investigando y levantando acta de mujeres creadoras del siglo XVIII y XIX, la cineasta Celine Sciamma encontró una conexión muy especial entre el personaje que ya iba dibujándose en su mente (Marianne) y ella misma, como personas de una gran capacidad creativa. Al momento de ir desarrollando el que sería su cuarto filme, y para proporcionarle presencia física al otro personaje central, la realizadora tuvo claro que la actriz Adéle Haenel, expareja y protagonista de su debut en la dirección con Naissance des pieuvres (Francia, 2007), era la opción clara, evidente y necesaria. Para el personaje de Marianne, la pintora que se enamora perdidamente de su modelo, la directora eligió a Noémie Merlant.
Retrato de una mujer en llamas, ganadora del premio a mejor guion en el Festival de Cannes de 2019, es un drama de época ambientado en la Francia prerrevolucionaria, un mundo donde la mujer existía para ser mirada, deseada o apreciada y valorada por el hombre. El largometraje podría ser definido como una puesta al día en términos de diversidad a la obra inmortal de Emily Brönte Cumbres Borrascosas, con la que comparte algunas inquietudes románticas, góticas y paisajísticas. La idea de la creatividad artística vinculada a la pasión amorosa no es algo nuevo en el cine, pero Sciamma logra un filme muy personal e íntimo, y también enigmático, provisto de gran intensidad emocional, pasiones clandestinas y mucha sutileza a la hora de narrar el proceso amoroso, donde la representación del enamoramiento posee una importancia narrativa capital.
Retrato de una mujer en llamas se sitúa en una isla francesa en 1770. Marianne, una pintora, recibe un encargo de una condesa que consiste en realizar el retrato de bodas de su hija Héloïse, una joven que acaba de dejar el convento y que tiene serias dudas respecto a su próximo matrimonio. Marianne tiene que retratarla sin su conocimiento, por lo que se dedica a investigarla y mirarla casi a escondidas a diario, no pudiendo evitar enamorarse profundamente.