domingo, diciembre 22, 2024

La Sinfónica de Tenerife reúne a más de 2.000 personas en su primera propuesta musical para bebés y escolares

La semana educativa finalizó el sábado con un concierto para las familias que agotó todas las entradas

La Sinfónica de Tenerife continúa abriéndose a nuevos públicos con proyectos asociados a su programa como los conciertos escolares y familiares que han tenido un éxito absoluto agotando todas las entradas. Se trata de a una experiencia musical diseñada especialmente para toda la familia y todos los públicos. Caracol, saca la tuba al sol, es un concierto que unió generaciones en torno a la música clásica, con una narrativa cautivadora diseñada especialmente para capturar la imaginación de cualquier espectador. 

Interpretada por Ana Hernández Sanchiz, responsable del guion y la narración de la obra, brindó a los asistentes un momento mágico de encuentro a través de su escucha. En palabras de la propia Sanchiz, este programa está dedicado a estudiantes de educación infantil y familias con niños y bebés, y con él han querido dar un protagonismo especial a la tuba, instrumento que siempre llama la atención por su tamaño y su sonoridad al público más joven, que también participaron cantando y haciendo ritmos a lo largo de este cuento musical.

El pasado miércoles y jueves, la sala de cámara del auditorio de Tenerife acogió el concierto para alumnos de Educación infantil. En total, 1.549 escolares de 26 centros y 9 municipios que participaron en los cuatro conciertos que se celebraron. Por su parte, el Auditorio de Guía de Isora acogió el pasado viernes 15 de noviembre estos conciertos donde acudieron 139 alumnos del municipio. La mañana del sábado fue el turno de dos conciertos en familia dirigidos a bebés de 0 a 3 años y a mayores de 3 años que agotaron todas sus entradas.

Los conciertos fueron interpretados por el Quinteto de Cámara de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, compuesto por Eduardo Langarica y Laura Espinos a los violines; Álvaro Godoy a la viola, Joanna Hetherington, violonchelo; Aron Taylor, contrabajo y finalmente Eduardo Martín con la tuba. Con este cartel de lujo, el programa previsto desarrolló Humoresque de Antonín Dvořák, Polka Pizzicato, de Joahnn Strauss (Jr.) y Josef Strauss y, para finalizar, la Orquesta llevó a escena Suite concertante de Christer Danielsson y El cascanueces: Danza china de Piotr Ilich Chaikovski.

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