Prosa Poética: Las gotas de rocío. Por Juan Antonio Gómez

Las dulces y suaves gotas de rocío, las inocentes gotas de rocío.

Las gotas de rocío se desperdigaron por el prado verde y la mañana se inundó de lágrimas.

Las gotas de rocío, que lo han bañado todo, que lo han mojado todo, se van secando poco a poco sin dejar rastro de su paso, sin dejar recuerdo intacto; han disuelto las ilusiones como la acuarela se disuelve entre mis lágrimas.

Y ahora las palabras se han borrado, de repente, de este escenario cubierto de polvo y de artefactos en desuso que se desparraman y amontonaron contigo, sin dejar espacio para que camine, para que me arrodille, para que piense en el camino.

Ahora el silencio se ha hecho más silencio y no deja oír nada, no deja comer nada, no deja beber nada.

Las gotas de rocío han barrido el canto histérico del gallo, el croar abrupto del sapo y con dificultad se van disipando las nubes para que la luz se deje ver.

Las gotas de rocío vinieron como una tempestad de amor, novedad e ilusión y se van arrasando hasta el último árbol. Se han llevado todo en lo que creía…

Y no sé si aún queda tierra donde plantar una nueva semilla.