Asunto: Concierto Leiva; El rock comercial de Leiva bascula entre Dylan y los Stones, salvando las distancias, of course. Me refiero a estructuras y bases, que no a textos… la sombra de Keith Richards es alargada en el rock and roll español (salvajes en los 60, tequila en los 70, Ronaldos en los 80, Rodríguez en los 90 y Pereza en la primera década del nuevo milenio) y Leiva hoy, en mimética y estéticas es su máximo exponente; edulcorado para las ondas de cadena dial y para las hordas de teenagers que poblaban las gradas del pabellón Santiago Martín el pasado sábado 12 de marzo.
Banda más que correcta con sección de metales dando este toque soul-funk que el madrileño tan bien ha mamado de las producciones de Jimmy Miller y quizás, de la E.Street Band ,batería, percusión, bajo, teclados (el segundo entertainment
de la noche) bajo y dos guitarras, contando con el patrón… ejecución impecable y no sé si disfrutaban en el escenario o su «show» ya viene guionizado… en cualquier caso, desglosaron su última entrega «monstruos», en un concierto sudoroso pero descafeinado, dinámico pero frio… o al menos así lo sentí yo salí como entre una apertura épica y aquello arranca con el tercer tema, «animales”, primer recuerdo al dúo que le dio todo y con el que alterna un repertorio al que le ponen ganas, pero que al profano no termina de llegar…»Superhermanas» o «Como lo tienes tu» animan el cotarro.
La nostalgia de anteayer la que lleva en volandas a la parroquia, mayoritariamente postadolescente, que recitan todas sus canciones como si de un Neil Young se tratase, llegan los hit singles «Terriblemente Cruel’ y «La lluvia en los zapatos” y algarabía en general. Guiños a «Superyonquis» y «Estrella Polar» en breves Jams; y final de fiesta anti-celular con «Lady Madrid»… aquello se acaba y la cantina cierra… el problema es que la Leiband sigue haciendo lo que hacía 15 años Pereza, tras tres galletas aun no llega el cachetón rupturista; aquel que si patentaron con fortuna Santiago Auseron, Diego Vasallo, Bunbury, Coque Malla, Nacho Vegas o Iván Ferreiro y Leiva, por mucho que se codee con estos, sigue siendo más de la liga de Dani Martin que de Quique Gonzalez, justamente el mismo caso que Fito y Fitipaldis (este en referencia a Fogerty o J.J Cale)… eso sí, llena más que los mentados es lo que tiene sonar entre Miguel Bose y Luis Fonsi… y perdonen mi «Sincericidio».
Adrián Gómez reportero y crítico de Culturamanía
