Viernes 25 de julio
En estas cartas desde La Mar de Músicas estamos llegando al epílogo. Último fin de semana que seguimos asombrándonos con la gran variedad de músicas que en esta ocasión han pisado los escenarios de Cartagena. Electrónica, pop, jazz, folk, o todo entreverado, que también se ha dado el caso. Música para todos los gustos y paladares, música intimista, música de masas, música, al fin y al cabo. Esta reflexión podría resumir perfectamente lo vivido el 25 de julio, el día de Santiago, que por una vez no fue símbolo de división sino de abrazo entre culturas y afectos entre las personas.

TARTA RELENA
Ora Pro Nobis fue su álbum de presentación allá por 2016, manifiesto fundacional de una verdadera congregación de canto gregoriano formado por Marta Torrella y Helena Ros, o lo que es lo mismo, Tarta Relena.
Si los monjes se acompañaban de códices, las catalanas vienen con su equipo digital para samplear y crear las bases sobre las cuales cabalgar con sus voces. Y lo hacen tan bien que son capaces de cantar a lo verlan para, una vez grabado, reproducirlo correctamente sin perder ni una nota, y eso que el ambiente festivo del embarque de Santiago en el cercano muelle no facilitaba las cosas (sobre todo al tirar voladores cuyo estallido se colaban en las grabaciones).
Como hacía Salvatore en El nombre de la rosa de Umberto Eco, estas mujeres son capaces de cantar todas las lenguas, desde el latín al ladino, pasando por el castellano o el catalán. Porque, ¿para qué quedarse con un habla cuando las tienes todas al alcance de tu mano? Su espectáculo se basó en su último disco, És pregunta, del cual cantaron buena parte de sus cortes, como ocurrió con Amvrosías (apertura del recital), Beata viscera o la celebrada Si veriash a la rana.
El poder de la voz tonal en el siglo XXI, esto es Tarta Relena.

CARLOS ARES
Grupo en alza que está creando su espacio en el panorama musical hispano, y eso se notó en la gran cantidad de público presente en la Plaza del Ayuntamiento que no solo venía a disfrutar del concierto sino a ser parte integrante del show al corear todas las canciones.
Rodeado por una banda muy potente (y lo que es muy importante, respetando la paridad de género), Carlos Ares se plantó en La Mar de Músicas con su estética boho y sus dos discos bajo el brazo, Peregrino (2024) y La Boca del Lobo (2025). Hicieron cierto aquel principio de que, si una banda se divierte, los espectadores lo disfrutan, y Carlos Ares se divirtió mucho con su banda. Muy buena música para un panorama musical fagocitado en los últimos años por el reggaetón más vulgar que no deja respirar a otros grupos. No todo está perdido viendo la cantidad de chiquillos que cantaban y bailaban los temas de este grupo. Hay vida en el planeta Tierra.
AROOJ AFTAB
La paquistaní Arooj Afatb se plantó en el Patio del CIM con un espectáculo espartano. Ella, tres grandes músicos, y su canto monotonal para desplegar once de sus canciones.
Cantando en urdu e inglés, desarrolla en sus temas la poesía sufí con ritmos tomados de su Paquistán natal aunque pasándolos por el tamiz del jazz. Destacar los solos de contrabajo y guitarra que fueron jalonando el recital.

MAESTRO ESPADA
No todo el mundo puede decir que son profetas en su tierra como ocurre con el dúo Maestro Espada que ha logrado empoderar el olvidado folclore murciano con sus relecturas de las tradicionales tonadillas.
Con batería y guitarras, no dudan en hacerse un intro de Black Sabbath para abrir el tema Peretas del Tío Vicente. Porque esto es Maestro Espada, un grupo capaz de aunar hardcore y tradición.
Durante su actuación nos tenían preparadas dos sorpresas. La primera, la presencia de Álvaro Lafuente, conocido artísticamente como Guitarricalafuente, quien cantó Lirio. La segunda, la subida al escenario de Paco Frutos, hermano del batería que acompañaba al grupo, para tocar Cartagenera.
Con un solo disco en el mercado, Maestro Espada, los hermanos Álex y Víctor Hernández han logrado convencer a la crítica de la originalidad y fuerza de su propuesta, siendo el Premio Paco Martín 2025, un galardón que entrega La Mar de Músicas a aquellos grupos revelación del año.

GUITARRICALAFUENTE
Artista que ha saltado de las redes sociales al estrellato, sobre todo tras colaborar en el EP de Natalia Lacunza de 2018 con el tema Nana triste. En muy pocos años ha pasado de cantar en su cuarto a llenar estadios, siendo una de las voces más potentes de la música española. Con estos antecedentes, se comprende la avalancha de público joven que abarrotaba el Auditorio Paco Martín y que esperaba con ansiedad que el cantante saltara al escenario.
A lo largo de su actuación, fue presentando las composiciones de su dos únicos discos, La Cantera (2022) y Spanish Leather (2025), al tiempo que rescataba temas del comienzo de su carrera como ocurrió con Guantanamera. Desplazándose continuamente por el escenario, intentando mantener el contacto con sus seguidores, su actuación vino arropada por todo un conjunto de atrezo que fue desde una silla picassiana hasta un potro de gimnasia grabado con el nombre de su segundo disco, pasando por botellas de agua que derramaba sobre un vinilo que cubría el escenario. Porque todo estaba medido en su actuación, pensada para dar un espectáculo visual, como ocurriera cuando tocó a contraluz tras la mampara de plexiglás que cubría el fondo del escenario. Más de 17 canciones para cerrar una noche de encanto para sus seguidores y seguidoras.
Fotografías y texto de Álex Ro