– El artista grancanario obtiene el galardón con una serie de siete imágenes, en blanco y negro, que retrata el proceso de deterioro cognitivo cerebral
– Dotado con 3.000 euros, la presente edición del Premio de Fotografía CajaCanarias ha contado con un total de 60 trabajos presentados a concurso
La Fundación CajaCanarias ha anunciado hoy jueves, 22 de septiembre, el fallo de su Premio de Fotografía 2022 que, en la presente edición, ha recaído en la serie titulada Recuerdos en la sombra, realizada por Juan González González. Compuesta por siete imágenes en blanco y negro, la obra del artista grancanario ha resultado ganadora en una edición a la que han optado al galardón, dotado con 3.000 euros, un total de 60 trabajos y que ha contado en el jurado con la participación de los fotógrafos Poldo Cebrián y Enma Manescau, así como de Carmelo Vega de la Rosa, profesor de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna.
Juan González González (Ingenio, 1955) es licenciado en Medicina y Cirugía y, desde 1982 y hasta la actualidad, ejerce profesionalmente como especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en la localidad grancanaria de Santa Lucía de Tirajana. A comienzos de la década de los noventa del siglo pasado nació su interés por el mundo de la fotografía, de manera autodidacta, hasta ir especializándose en la técnica mediante su participación en diferentes cursos y talleres profesionales. Además del Premio de Fotografía CajaCanarias, Juan González ha conseguido alzarse, en 2013, con el certamen “Centenario de la aviación en Canarias”, organizado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria.
Recuerdos en la sombra es un trabajo fotográfico realizado con una cámara estenopéica prefabricada de plástico, y en la que el autor trata acerca de la evolución del deterioro cognitivo cerebral, correspondiendo las primeras imágenes de la serie a aquellos momentos en los que se recuerdan con mayor nitidez las situaciones acaecidas durante la infancia, para ir pasando por etapas en las que hay deterioro cerebral y el paciente comienza a preguntarse sobre su identidad, acude al especialista y recibe medicación, hasta terminar en una fase de mirada perdida, soledad y borrosidad del cerebro.