PREMIO MEJOR ÁLBUM SALÓN DEL CÓMIC
César Sebastián es un joven creador que recientemente recibió el Premio al mejor álbum del año titulado Ronson, concedido por el Salón del Cómic de Tenerife organizado por la Fundación Canaria de Cine + Cómic. Este dibujante nació en un pueblo de Valencia llamado Sinarcas pero al poco tiempo marchó a Landete una localidad de Cuenca. Aunque en Sinarcas apenas vivió los dos primeros años de su vida allí se encontraban sus orígenes familiares, los mismos que le servirían de inspiración para la obra que ahora ha sido premiada. A los 13 años marchó a Valencia para estudiar Bellas Artes y comenzar a trabajar dibujando cómics, lo que siempre ha sido su auténtica pasión. En sus tiempos de Universidad ya consiguió sacar adelante algunos trabajos amateurs y poco a poco se fue profesionalizando, a la vez que ha ido abarcando tanto la ilustración como las viñetas, lo que compagina con dar clases en un máster.
Ronson supone su primera obra en todo el sentido de la palabra porque hasta ahora se había dedicado a los fanzines y revistas pero no pudo sacar a la luz una publicación de este calado. Cuando le anunciaron que había ganado el premio se mostró sorprendido, especialmente por que se escogiera este álbum dentro de la avalancha de publicaciones que continuamente salen al mercado. Él mismo explica cómo recibió la noticia de que le habían concedido el premio.
-Pues la verdad es que estoy superagradecido, me llamó la atención la decisión de la Fundación. Todo ha sido muy especial. Viajé a Tenerife y pude ir a la ceremonia y recoger el premio personalmente, además de conocer la ciudad y La Laguna. Estuve de viernes a domingo y por ello participé en las actividades del Salón y visité las exposiciones. Lo que pasa es que por el mal tiempo no pude ver más sitios. Lo del premio me cogió totalmente por sorpresa. Ni en mis mejores sueños me esperaba el reconocimiento que ha tenido el libro por parte de los lectores y la crítica, cuando hay tantísimos trabajos en el mercado y de mucha calidad. No puedo sino estar muy agradecido a los organizadores del Salón por haber escogido mi obra frente a un número tan apabullante de trabajos .
-¿Cómo explicarías el contenido de este álbum premiado por la Fundación?
–Ronson trata sobre un hombre maduro de unos setenta años que rememora su infancia en un pequeño pueblo que no tiene nombre pero que está inspirado en Sinarcas. Es un recorrido por la memoria del personaje, el mundo rural y básicamente son las historias que me contaba mi padre, en realidad simples descripciones de cómo se segaba, la vida en este entorno, personajes que él recordaba de cuando era niño… En fin es una mezcolanza de relatos reales pero que voy transfigurando en ficción a mi manera.
-¿Cómo ha sido acogido el libro en el pueblo? ¿Alguien se ha dado por aludido o se ha ofendido?
-Yo también tenía ese miedo a que alguien sintiera que lo retraté mal pero todo lo contrario ha sido muy bien acogido, la gente está muy entusiasmada. Al fin y al cabo es una obra de ficción, aunque muchos especulan sobre a quién me refiero con algunos de los personajes. Existe un cierto debate por saber si estoy hablando de alguien en concreto. Pero al fin y al cabo no hay nada literal sino una amalgama de cosas y de historias, me tomé muchas licencias en clave de ficción. Todas las historias que me contaron las he hecho muy mías. Tuve la oportunidad de presentarlo allí en el salón de plenos y todo fue positivo, firmé un montón de ejemplares. Mi abuelo era maestro en el pueblo así que somos muy conocidos.Voy mucho por allí para visitar a mi familia.
-Entonces tu padre fue quien realmente le ha contado toda estas historias…
-Sí son relatos muy pequeños que mi padre protagonizó, la mayoría de las veces cuando era niño así que casi todos los personajes ya fallecieron y nadie se puede dar por aludido aunque algunos también los conocieran. Mi objetivo era hacer una crónica de la historia del pueblo pero sin dar sermones ni juzgar demasiado, contando lo bueno y huyendo de idealizar el pasado. Pero también incluyo cosas negativas como el papel que tenía la mujer en aquellos tiempos en una sociedad muy machista, las carencias culturales, el catolicisimo, el trato que se daba a los animales, la represión sexual o los abusos. Son cosas que se deben asumir porque es imposible ignorarlo y que está claro que ocurría en toda España y de hecho de otros pueblos en los que jamás he estado me han dicho que se sienten muy identificados.
-¿Qué significa Ronson, el título del álbum?
-Pues no lo puedo decir porque sería desvelar el relato. Pero bueno, tiene que ver con un pequeño objeto del que es dueño el protagonista y que viene a ser un símbolo de lo que significa ser niño y tener una cierta perspectiva de las cosas, sin prejuicios. Digamos que es algo sin valor económico pero que le sirve para divertirse.
–¿Conocías a la Fundación Canaria Cine + Cómics?
-Sabía que habían publicado un cómic a Rayco Pulido. Me sonaba pero no los conocía en profundidad. La verdad es que cuando me dijeron lo del premio fue como si me llamaran de la nada, una especie de milagro.
-Por lo que veo también te dedicas a realizar retratos para portadas de discos y libros y colabora con una gran cadena de venta por internet.
-Sí he hecho portadas de libros relacionados con la música, como uno del cantante de country Johnny Cash, de discos, carteles de conciertos… siempre he sido un apasionado de la música, me gusta muchísimo y por eso empecé a trabajar en la escena local y un trabajo llamó al otro. Me hace muy feliz hacer este tipo de imágenes .
-¿Cómo explicarías tu estilo?
-Lo cierto es que Ronson ha dejado a la gente muy desconcertada porque hasta ahora me identificaban con el mundo de la música y no con las historias rurales, pero ambas vertientes forman parte de mi biografía. Haberme criado de pequeño en un pueblo hace que cuando me siento a escribir y dibujar me vengan a la cabeza esas historias que han marcado bastante mi infancia. Pero no es lo único, también he hecho otros proyectos, cosas que son muy distintas entre sí. La memoria es algo muy frágil y con esta publicación he tenido el privilegio de mantenerla un poco más viva.
-¿Cuál es tu relación con la editorial El Nadir con la que has trabajado bastante?
-Es un proyecto de René Parra, un amigo desde los tiempos de la Facultad y con el que he colaborado siempre. Su editorial pretende recuperar el trabajo de algunos de los pioneros del cómic y de la ilustración europea y de Estados Unidos. Me he encargado del diseño gráfico de todas las cubiertas de los libros, unos diez o doce. Es una editorial pequeñita, muy independiente que abarca la narrativa y el ensayo desde el punto de vista gráfico.
-¿Cómo ves el momento actual del cómic? ¿Estás en el grupo de los que son muy positivos o en el de los que no lo son tanto?
-A nivel creativo es un momento espléndido, hay gran cantidad de profesionales y diversidad de voces. Como lector valoro que haya más variedad que nunca en las librerías. De hecho creo que el número de publicaciones es apabullante y cada vez son más numerosos los trabajos de autor con voces muy personales. Pero a la vez esa es una desventaja porque se edita mucho pero luego los trabajos tienen muy poco recorrido en las librerías. Es un mundo muy competitivo y un sector precario.