martes, abril 30, 2024

Crítica de la película «Aquaman y el Reino Perdido». Por Luis Méndez

Vista la secuela de Aquaman ayer, la última película del DCU. Y conociendo la mala recepción en taquilla de -parece el título de un álbum de Asterix- ‘Aquaman y el reino perdido’ (aunque superó los 100M en su primer fin de semana, ojo), y sobre todo del público y peor todavía de la crítica especializada (esa que en cambio alaba o le pone pañitos calientes a las pelis del MCU), pues a mi me pareció no sólo entretenida sino hasta bien como peli, dentro de lo que cabe: es cine comercial, de entretenimiento sin más, con superhéroes (What else were you expecting? The Godfather? The Dark Knight?) No tenía otras expectativas que ese entretenimiento palomitero, y las cumplió sobradamente.

Aquaman 2 tiene en su esencia lo que tiene que tener un filme de estas características, es decir, una película comercial de evasión enmarcada dentro del género superheroico y con toque fantástico (todo ello para bien y para mal): una gran dosis de acción salpicada de humor a lo largo del metraje, efectos especiales (con CGI, bien hechos, aunque no siempre), varios personajes con un villano genérico que quiere vengarse de nuestro héroe de turno y acabar con el mundo, distintos bonitos escenarios/mundos, música épica habitual en estas producciones, actuaciones correctas sin más (pero Momoa haciendo de él mismo, eso sí), una escena poscrédito chorra,…

Asimismo, he de decir que la peli es, para mí (y dentro de lo que cabe, repito), de lo más potable que he llegado a ver en este último lustro (o sea, esta década). Ojo, que todavía no he visto una buena cantidad de las de superhéroes que se han hecho estos últimos años, pero honestamente creo que no me hace falta tampoco.

A todas estas, cabe señalar que desde hace tiempo vaticinabamos (Spielberg incluido) que el género superheroico empezaría a decaer en cualquier momento, como le sucedió antaño al western. Pues estamos en esa fase de caída, amigos. Creo que la cuesta abajo se inició tras ‘Endgame’ (retirada de RDJr incl.), con ayuda de pandemia y contexto streaming.

No en vano, tanto para Marvel como para DC (aquí no hay separación), 2023 ha sido con diferencia el peor año desde que esto del cine contemporáneo de superhéroes arrancó hace una veintena de años. ¿Por qué? Saturación (inevitable), menor calidad de los metrajes, evolución en los gustos cinéfilos y de ocio de las nuevas generaciones, contexto crítico del cine en general en la actualidad,… Ahora bien, ¿se seguirá haciendo pelis y series tv de superhéroes? No lo duden, pero, eso sí, de forma más moderada (algo necesario, todo sea dicho).

¿Nota? Un 7, venga, que es Navidad…

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