¿Qué fue de los intérpretes no profesionales que aparecían en la película de culto «Kids»? ¿Cómo afectó la experiencia del rodaje a sus vidas? La respuesta, el próximo 10 de junio en Filmin.
El próximo viernes 10 de junio, Filmin estrena, en exclusiva en España, el documental «We Were Once Kids», dirigido por el australiano Eddie Martin. Mejor Montaje en el Festival de Tribeca, y seleccionada en la última edición del festival Americana de Barcelona, la película recupera a algunos de los actores no profesionales de «Kids», la obra de culto escrita por Harmony Korine y dirigida por Larry Clark en 1995. El momento de fama y esplendor fue algo brutal para unos adolescentes que prácticamente vivían en la calle; algunos supieron seguir adelante pero otros no.
Al director Eddie Martin, «Kids» no le impactó en su momento tanto como a otras personas. Pero tras conocer a Hamilton Harris (Hamilton en «Kids») y escuchar su historia, se vio tentado a llevar a cabo este proyecto que se pregunta abiertamente si Harmony Korine (que en 1995 tenía solo 19 años) y Larry Clark se aprovecharon de aquellos chavales que vivían rodeados de miseria pero que habían encontrado en su comunidad de skaters una familia funcional en la que cobijarse. Todos sabemos los problemas que había en aquella época en Nueva York, con la cocaína, el crack, el sida y la pobreza. El ambiente era increíblemente hostil, como en una zona de guerra, recuerda el director, que afirma que los chavales se sintieron abandonados por el equipo de la película poco después del estreno. Un hecho del que Harmony Korine, 25 años después, sigue sin querer hablar.
Algunos espectadores echarán de menos en el documental a Chloe Sevigny y Rosario Dawson, las dos actrices a las que «Kids» convirtió en estrellas. Lo cierto es que Chloe y Rosario no pertenecían al grupo de amigos que formaban el resto, las trajeron de fuera, explica Martin: Heidi Young y Priscilla, que también aparecían en la película, sí que eran parte de la pandilla, pero se negaron a protagonizar el film porque no se sentían representadas por los personajes femeninos que habían creado Korine y Clark.
Para el director, el documental va mucho más allá de Harmony Korine y Larry Clark. Es, en última instancia, una historia humana y un cuento con moraleja. Los espectadores conectarán con la tragedia y la pérdida de algunas historias, pero también podrán conocer otros casos como el de Hamilton, que pudo salir adelante y romper con los ciclos de la pobreza, de la violencia y de las drogas que había a su alrededor.