Otro año más despedimos el verano con nuestra cita ineludible con el Phe Festival, este año celebrando su décimo aniversario.
La explanada nos recibe como viene siendo habitual cual ciudadela para amantes del indie en todas sus vertientes: zonas con césped artificial y mesas con vistas al mar para recuperar fuerzas entre artista y artista, gran variedad de food trucks para elegir, actividades para los más pequeños… y algunos cambios… al domo dedicado a la música electrónica del año pasado, se le suma un nuevo escenario FARO donde se potencia esta apuesta principalmente con artistas canarios de la escena de club; por otra parte, desaparece el habitual escenario en paralelo dedicado a los conciertos, quedando solo uno principal a tal fin (ventajas y desventajas contempladas a lo largo de la reseña).

Nos abrazan en la primera jornada del festival los canarios San Tosielo, duo festivo que sabe ganarse al publico con temas propios y versiones, jaleando al público en un juego de complicidad mutuo.
Le siguen unos viejos conocidos, Cycle, que con su sonido contundente de base electrónica y la juguetona China Patino y su partenaire masculino nos trasladan la sensación que da la cercanía de la sala pequeña.

Y llegan los grandes de esta jornada (al menos para un servidor), Nada Surf, con su personal sonido que nos traslada a una juventud pasada (o reconvertida). No faltaron sus grandes hits ‘Popular’ y ‘Always Love’, también su inesperada versión del popular ‘Where is my mind?’ de Pixies. Emotivo fue ver junto a una versión a la hija de un buen amigo acompañada de una amiga, que con apenas 13 y 14 años son fans acérrimas de la banda (y dejaron caer su personal reseña por Culturamanía también). A new hope!
Siguieron otros viejos conocidos, Dorian, en esta ocasión girando con su nuevo álbum, con temas quizás demasiado pausados para estos oídos acostumbrados a otros Dorian. Deslumbraron como siempre con sus clásicos y temas más introspectivos.
Visitas esporádicas al escenario FARO me congratulan por la apuesta del festival por diversificar con electrónica en un formato más allá del reducido domo (en ocasiones agobiante), con un montaje de sonido y luces al aire libre sin ninguna pega.

Por otra parte, llama la atención la perdida del segundo escenario en paralelo junto al principal dedicado a los conciertos. En pasadas ediciones el formato de dos escenarios en paralelo daban una agilidad que otros festivales no tienen: esto es, poder disfrutar de una banda mientras en el otro escenario se montan los instrumentos y prepara la siguiente, siendo el tiempo de espera entre una y otra banda prácticamente nulo. Con el formato de un único escenario para conciertos se dilataba en exceso el tiempo de espera. Se entiende que la intención del festival es animar al público a que visite el escenario FARO donde no había pausa.
A priori no esta mal planificado, aunque bajo mi humilde opinión de absoluto ecléctico musical, el escenario FARO, más allá de la sobrada calidad de muchos artistas locales, necesita ser reforzado con propuestas con gancho dentro de la electrónica.

Ha sido un año de cambios, de nuevas apuestas, que son siempre de agradecer y bienvenidas. Absoluta confianza en el equipo de Phe Festival y su propuesta única en Canarias, para adaptarse y pulir la experiencia para la próxima edición capicúa.
Me perdí la segunda jornada por culpa de unos demonios víricos pero nos vemos en el 11.

Fotografías de Álex Ro