sábado, noviembre 23, 2024

Isla calavera (3): De Fortalezas y Soledades. Por Adrián Gómez

Habitualmente, en el cine fantástico, el o la protagonista acaba sol@ luchando contra las adversidades. Hay muchos ejemplos que no voy a citar ahora, pero es así. Fortaleza e independencia para acometer todo tipo de empresas, contra la pared y a sangre y fuego. Es el caso de David Lynch, condenado al ostracismo desde hace año, dada su particular visión cinematográfica, su sello autoral rupturista y rebelde, a la par que incómodo, y su resistencia a seguir las pautas de una industria cada vez más podrida y seca creativamente. Y es el caso de Dorothy, la heroína del clásico de Frank. L. Baúm, y del film de Víctor Fleming, de 1939, verdadero punto de partida (quizá junto con King Kong) del moderno cine fantástico, y piedra de toque ineludible para todo lo que ha venido después.

Todo esto lo pudimos comprobar en el excelente documental » Lynch/ Oz» , proyectado el lunes 21 en Isla calavera, a las 16:30. De la obsesión por la obra literaria del cineasta, y el evidente paralelismo con obras como Corazón Salvaje (1990), se pronuncian directores como el fascinante dúo Justin Benson y Aaron Moorhead (Resolución, El Infinito, Synchronic), que han asimilado fervientemente el camino del maestro, quizá desde una vertiente de scifi pura. El viaje iniciático está ahí, y la perdida de la inocencia también. El cine de Lynch es un cine de sensaciones. Lo racional a veces brota, y paulatinamente, desaparece. Blue Velvet (1987), o Twin Peaks abren camino. Karyn Kusama (Aeon Flux, La invitación, Destroyer) habla de ello, al igual que David Lowery, que expone similitudes con A Ghost Story o, incluso, Peter y el Dragón. La película está estructurada en segmentos con la opinión de cada realizador@. Y, al igual que el cine del autor de Mulholland Drive, es una experiencia sensorial a todos los niveles. Las claves de su filmografía están en la película del 39. Se habla de aura legendaria maldita (la famosa imagen del ahorcado del árbol), de enanos, habitaciones rojas, magos que no lo son, terror, comedia, aventura y, sobre todo, de transgredir. Seguimos el paseo de baldosas amarillas, con Lula o con Dorothy, y descubrimos la verdadera identidad de las brujas. El mundo onírico de Lynch es inquietante, y el velo de tranquilidad, de paz, y de felicidad, sólo es una capa superficial, pues siempre hay algo que se pudre…» No hay nada como el hogar» dice Dorothy cuando vuelve a Kansas… nosotros volvemos a la oscuridad de la sala, cuando se encienden las luces. A la confortabilidad del espectador, tras la espléndida radiografía de la obra Lynchiana. No ha sido un sueño, ni tampoco o una pesadilla, o, quizá las dos cosas, como en Inland Empíre. Respiramos hondo hasta la próxima sesión.

Así, la última aventura de Neil Marshall (Dog Soldiers, Domsday) se antoja ligera, aunque rápida. El director nos visitó en la anterior edición, con su mujer, y protagonista de The Lair (2022). Tras The Reckoning (2020), también proyectada en el festival, vuelven a coincidir en ésta Monster movie, divertida, previsible y sin pretensiones. Kate es una miembro de la RAF, que se ve metida en un berenjenal, con experimento soviético mediante, a partir de ADN alienígena. Tal cual. Gore y gamberrada van de la mano, nuevamente, en otro ejemplo de mujer sola y fuerte, superviviente, acompañada de soldados de virilidad desatada, cómo Jamie Bamber (Galáctica). Todo un break, a las 20: 30, después de la intensidad del documental. Pero el sábado 26 volvimos a Kansas.

La Kansas de Smallville, donde cayó el pequeño Kal El, cuando Krypton explosiono. La repercusión de su llegada a la tierra se dejará a sentir, cuando una onda expansiva libere a los tres terroristas Kryptonianos, Zod, Ursa y Non, y se dirijan al tercer planeta del sistema solar…

Una de ellos recaló en Isla calavera el sábado 26, en el pase de Superman II (1980) de los dos Richard; Lester y Donner. Y precisamente, fue uno de los puntos a destacar en la magnifica entrevista a Sarah Douglas, que le hizo Manuel Díaz Noda, al finalizar el film . Se habló del fichaje del director, cuando ella rodaba en Canarias Viaje al mundo perdido (1977), que casi acaba en nada, debido a la soberbia de la actriz británica («en mi país, Superman no era tan popular») , del contraste de FX del film con monstruos prehistóricos, con el de la superproducción de la Warner, o de los supuestos bandos formados, con el despido de Donner y la espantada de Gene Hackman («No hubo militancias, simplemente estábamos en nómina»). Douglas solo tuvo buenas palabras para Hackman («un tipo muy divertido») , Brando (» le cité esa mirada intensa en sus películas…y me dijo que era miopía…de ahí los carteles de los diálogos en el pecho, en la escena del juicio» ), Terence Stamp («Que hombre!… todos los días me despedía de mi marido y me olvidaba cuando rodaba con él!»), Christopher Reeve («Era muy estricto en los rodajes… pero su legado está ahí… y sigue siendo el mejor Superman») o Margot Kidder («Estaba loca! Un encanto de mujer»).


También desveló anecdotario del rodaje y de las escenas de vuelo con arnés (el traje era ligero y hacia frío… y tenía que llevar sujetador de lana) , del encasillamiento tras las dos entregas del hombre de acero («Trabajé en Falcón Crest, nuevamente embutida en cuero…luego en V, en Conan el destructor…y ahora me dan papeles de bruja o de abuela malvada…no me quejo!.. voy a convenciones y los fans me adoran!») y de su faceta actual poniendo voz a series de animación… superheoríca. Sarah fue cercana, modesta y se sacó fotos con los asistentes después. Otra mujer fuerte, que se enfrentó sola, con ánimo, humor y profesionalidad, a la horda de seguidores. La perdimos en La Fortaleza de la Soledad, y la recuperamos en Tenerife… 42 años después… y ahí radica la magia de este festival.

Ni siquiera un beso podría hacernos olvidar lo vivido. Volvimos a Kansas, sanos y salvos, pero no somos los de antes… ni mucho menos

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