El legendario guitarrista madrileño, fundador de la Vargas Blues Band y autor de más de 27 discos, conversa con Culturamanía en una entrevista especial con motivo de su próxima visita a Tenerife. El 14 de noviembre actuará en el Aguere Cultural de La Laguna dentro del Festival DocuRock, donde presentará su nuevo trabajo Down Under Blues, fruto de una intensa gira por Australia. En esta charla, Javier Vargas repasa su trayectoria, las colaboraciones que han marcado su camino y la pasión inquebrantable que lo impulsa a seguir creando música alrededor del mundo.
Javier, llevas más de tres décadas al frente de la Vargas Blues Band y más de 27 discos publicados. ¿Qué mantiene viva tu pasión por seguir creando y girando alrededor del mundo?
Después de más de tres décadas al frente de la Vargas Blues Band y más de 27 discos publicados, lo que mantiene viva mi pasión es la propia esencia de la música. El blues me atrapó desde muy joven, cuando vivía en Argentina, y desde entonces se convirtió en algo más que un oficio: es mi forma de vida. He pasado por momentos difíciles, como la pandemia, que fue una verdadera prueba de fuego, pero incluso en esos tiempos seguí componiendo y tocando. Eso me recordó lo afortunado que soy de poder dedicarme a lo que amo. Para mí, ser artista significa hacer lo que dicta el corazón, no lo que impone la industria. Y esa autenticidad es lo que conecta de verdad con la gente: un corazón hablando a otro. Además, la música no tiene fronteras; puedo estar en un escenario en España, en Australia o en cualquier parte del mundo y sentir esa energía única con el público. Esa vibración es la que me impulsa a seguir creando y girando.
Tu nuevo trabajo, Down Under Blues, se estrena coincidiendo con el tour por Australia. ¿Qué significa para ti este álbum y qué lo diferencia de tus anteriores producciones?
Ha sido una experiencia única en mi carrera. Sinceramente, nunca me había imaginado que a estas alturas iba a terminar tocando en Australia. Pasamos dos meses allí, con alrededor de quince conciertos que nos permitieron recorrer gran parte del país. Fue una oportunidad increíble para conocer gente, compartir mi música y crear una conexión muy especial con el público australiano. Además, me impresionó mucho Sídney como ciudad: es una urbe preciosa, con un aire muy futurista. Estoy seguro de que de esta experiencia surgirán nuevos proyectos en un país con una energía muy positiva, moderno, de gran tamaño y con un gusto musical verdaderamente importante.

A lo largo de tu carrera has colaborado con grandes figuras como Carlos Santana, Prince o miembros de Double Trouble. ¿Qué aprendizaje o experiencia guardas con más cariño de todas esas colaboraciones?
De cada colaboración me he llevado algo especial. Santana me dio legitimidad al interpretar Blues Latino, con Prince viví la magia de tocar sin ensayos, y con Double Trouble aprendí a exigirme más como músico. Más allá de lo artístico, lo que guardo con más cariño es la lección de humildad y pasión que todos ellos transmitían.
El blues es la raíz, pero siempre has fusionado con rock, soul, flamenco o ritmos latinos. ¿De dónde surge esa necesidad de mezclar y renovar constantemente el género?
El blues es la raíz de todo lo que hago, pero siempre he sentido la necesidad de abrir ventanas y dejar que entren otros aires musicales. Desde muy joven tuve una formación muy diversa: nací en Madrid, crecí en Argentina, viví en Estados Unidos… y en todos esos lugares me fui impregnando de sonidos distintos, desde el rock y el soul hasta el flamenco y los ritmos latinos. Para mí, fusionar no es un capricho, es algo natural. El blues es un lenguaje universal y, al mezclarlo con otras músicas, lo que hago es renovarlo, darle otra vida y mostrar que puede dialogar con cualquier cultura. Me gusta pensar que cada fusión es una forma de tender puentes, de hacer que mi música llegue a públicos diferentes sin perder nunca la esencia del blues.
En tiempos dominados por la música digital y las redes sociales, ¿cómo crees que el blues puede conectar con las nuevas generaciones?
Sin duda, la era digital ha transformado por completo el panorama musical. Las plataformas ofrecen ventajas interesantes, como poder conocer mejor a tu público: su edad, el país desde el que te siguen, cómo descubren tu música… En ese sentido, la música —al igual que la literatura— se ha democratizado y llega a mucha más gente. Pero también es cierto que, a nivel profesional, los ingresos se reparten entre un mayor número de intermediarios. Al final, es como antes, pero con una dinámica diferente.
El próximo 14 de noviembre actuarás en el Aguere Cultural de La Laguna dentro del Festival DocuRock. ¿Qué puede esperar el público canario de este concierto y de la presentación en directo de Down Under Blues?
Estoy con muchas ganas de que el público canario disfrute del nuevo trabajo Down Under Blues, que creo les va a gustar mucho. En este álbum han colaborado Glenn Whitehall y Reese Wynans, además de muchos otros invitados. El resultado ha sido realmente sorprendente y estoy convencido de que el público saldrá muy contento del concierto en el Aguere Cultural.

Fotografías cedidas por Javier Vargas para la entrevista