lunes, diciembre 23, 2024

Jurassic Park, 30 Aniversario. Por Álex Ro

Es imposible decir algo nuevo de Jurassic Park, 30 años después. Se sabe cómo se redactó el guion, cómo se crearon las animaciones y animatronics, cómo se realizó el casting, cómo trabajó Spielberg, lo sabemos todo. El más nimio detalle de esta película ha sido estudiado, diseccionado, analizado y ponderado y, sin embargo, su proyección, como degustación de la próxima cita del Festival de Cine Fantástico Isla Calavera entre el 10 y 19 de noviembre, fue todo un éxito de asistencia; sold out garantizado desde que anunciaron la proyección.

El origen de la película se encuentra en la respuesta dada por Michael Crichton en forma de novela al dilema de si todo lo que podemos lograr por medio de la ciencia es ético llevarlo a la práctica, véase la clonación de seres vivos, anticipando el debate generado con la clonación de Dolly, la oveja más famosa del mundo (dejando al margen la oveja Shaun). La consecuencia fue Jurassic Park, un bestseller mundial y un caramelo para el cine. Hasta tal punto lo tenía claro Crichton, que incluso antes de publicar su novela, ya le había puesto precio a sus derechos para llevarla a la pantalla: 1,5 millones de dólares y un jugoso porcentaje sobre lo recaudado.

El éxito de la proyección, el mismo éxito que 30 años antes, seguramente se explica porque Jurassic Park no es solo una película, es toda una emoción que nos traslada a nuestra infancia, a esa época en donde soñábamos con mundos perdidos o viajes al centro de la Tierra a través del tamiz de los tebeos de las Joyas Literarias Juveniles de Bruguera. Y ese sentimiento lo explotó perfectamente Spielberg quien, y aquí viene un topicazo, volvió a ser el Rey Midas. Tampoco es que en su momento fuera una apuesta ciega, ya que, desde el mismo amanecer de la industria cinematográfica, los dinosaurios habían demostrado ser unos seres que abría las puertas de nuestra imaginación. No olvidemos que incluso una filmación realizada en stop motion y presentada por Arthur Conan Doyle, fue certificada como un viaje a una dimensión paralela al mundo de los dinosaurios, como una realidad. Si los dinosaurios son personajes emotivos, los parques temáticos son espacios muy queridos para el público, sobre todo cuando todo se van de madres como ocurría en WestWorld (¡maravilloso título en Venezuela y México: Oestelandia!) que, ¡vaya!, también es un libro de Crichton y que fue la primera película en donde se emplean escenas generadas por ordenador, el éxito no es que estuviera asegurado, sino certificado antes de rodar el primer plano. Y eso explica que los grandes estudios redoblaran sus esfuerzos para hacerse con los derechos: Warner Bros, con Tim Burton; Columbia Pictures, con Richard Donner; o 20th Century Fox, con Joe Dante. Y aquí viene una de las sorpresas anunciadas durante la charla posterior entre Miguel Ángel Rodríguez, Ramón González, Vanesa Bocanegra y Daniel Fumero: la presencia en el Festival Isla Calavera de Joe Dante, director entre otras películas de Gremlims, Pirañas o Aullidos, con la proyección de su película Exploradores, de la cual se harán pases matutinos para los centros escolares. Estos nombres se unen a los ya anunciados de Richard Dreyfuss, Eduardo Noriega o Sam J. Jones, así como la proyección del clásico del fantaterror hispano Pánico en el Transiberiano con la presencia de su protagonista, Silvia Tortosa acompañada de Víctor Matellano. Y como la noche iba de sorpresa, también anunciaron un masterclass del genio de los efectos Colin Arthur.

Seguiremos soñando con dinosaurios, seguiremos trepidando con Jurassic Park por 30 años más, si el cuerpo aguanta, pues como hemos dicho no es simplemente una película, es un viaje a esa parte de nuestra niñez en donde nacieron las emociones, donde la imaginación nos hizo volar en el tiempo.

Fotografías y texto de Álex Ro

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