Jueves 24 de julio
Día agridulce por la inclemencia del tiempo. Afirmar que la lluvia, en esta tierra árida, es mala es un verdadero dislate, pero, como decía Sacheri en El secreto de tus ojos, el pero siempre es una palabra de mierda porque sirve para dinamitar lo que era o lo que podría haber sido, y eso fue lo que ocurrió. Lo que podría haber sido un día redondo se convirtió en una noche cuadrada con sus esquinas de decepción.

EL KLAN DE LOS DEDETÉ
Como ese vino que quedó olvidado en el mueble bar (hubo una época en que cada casa tenía un mueble bar, y si era con barra forrada de skay, de lujo) junto a una botella de Parfait Amour de Marie Brizard, extraviado durante años y que en alguna mudanza reencontramos, y al abrirlo, descubrimos que ha tomado cuerpo. Con el paso ha desarrollado un bouquet extraordinario. Eso es el Klan de los Dedeté. Grupo de hip-hop de Cartagena, cuya carrera musical comenzó en 1994 antes, incluso, que el propio festival de La Mar de Músicas, subió al escenario de la Plaza del CIM para presentar su reciente disco, Los días contados. Casi sin reposo, interpretaron su repertorio contando con la colaboración James Flamingo en la canción Blablabla.
Son tan de raíz que el término old school, generalizado en el mundo del rap para indicar la pureza de un grupo, se queda corto porque ellos estaban antes incluso de que abriera la propia escuela. Y eso quedó de manifiesto en el público presente, veteranos guerreros en esto de la música hip-hop. Porque Dedeté son la cabeza visible de un verdadero clan y no defraudaron, ni los cantantes ni los seguidores.

ÇANTAMARTA
Grupo de música que navega entre el rap, el R’n’R y los sonidos caribeños, desarrolló su repertorio en la Plaza del Ayuntamiento, yendo de menos o más en cuanto a la intensidad de sus canciones, terminando por todo lo alto. Repasaron su único álbum, Pasarela, publicado el año pasado, con temas como Las Jordan, Juepaje o el que da título al disco, Pasarela. En medio, iban incorporando nuevas producciones como El Sur o Nomeolvides (publicado hace unos días). Las tablas del grupo se pusieron de manifiesto cuando ante el percance de que el viento tirara una guitarra, fueron capaces de improvisar una letra sobre el tema, y encima sonando bastante bien.
Muy concienciados, su cantante LuisLo aprovechó la ocasión para hablar del mestizaje cultural y del tránsito de la gente por el mundo, él que nació en Colombia, creció en Venezuela, reside en Madrid y que desde pequeño su familia le hablaba de un tío que vivía en Cartagena, pero la de España. Esa es la realidad del mundo: la diversidad y los intercambios que nos enriquecen como seres humanos.

MARÍA TERREMOTO
No sabemos si fue hecho a conciencia, pero en esta edición dedicada al universo musical coreano ha tenido especial protagonismo el flamenco. Parece que los programadores de La Mar de Música querían reflejar la hermandad del Sur de España y Corea, dos tierras marginadas y empobrecidas históricamente.
Sea como fuere, lo cierto es que el flamenco, en sus distintas variantes, ha dado noches memorables en el festival. En esta ocasión, el Patio del CIM giró en torno al canto más tradicional del cante jondo, al menos en sus melodías que no en sus letras, con una María Terremoto desaforada. Dos palmeros y un tocaor, y una escenografía muy estudiada le fueron suficiente para presentar un espectáculo muy equilibrado en donde cada músico tuvo su momento para demostrar sus habilidades en la presentación de su disco Manifiesto.
Intercalando audiovisuales entre canciones, se arrancó a cantar con A la Muerte para pasar a Alma No Salgas Del Cuerpo. Tan es de su época, que llegó a cantar el clásico de la canaria Rosana, Si Tú No Estás Aquí. Porque esa es María Terremoto, una mujer sin fiel que le marque su camino hasta el punto de improvisar unos cantes a capela cuando el piano no le funciona.

SILVIA PÉREZ CRUZ Y SALVADOR SOBRAL
La lluvia había anunciado su presencia al final de la actuación de Çantamarta y rondaba el inicio de María Terremoto, pero parecía que nos iba a dar un respiro cuando Silvia Pérez Cruz y Salvador Sobral saltaron al escenario del Auditorio Paco Martín para presentar su disco Silvia y Salvador. Pero todo fue una finta meteorológica ya que inmediatamente crecieron los paraguas en las gradas, dándoles tiempo a los músicos a interpretar Recordarte (compuesta para la entrega de los Goyas del 2024), El Corazón Por Delante (compuesta junto a Jorge Drexler) y Hoje Ja Não É Tarde (escrita por Luisa Sobral).
Tras un largo receso, Silvia y Salvador salieron, junto a sus músicos, al escenario para anunciar que no podían seguir el concierto. El agua y la electricidad no hacen muy buenas migas. Y ahí comenzó un segundo recital, un verdadero unpluged motivado por la lluvia. A viva voz cantaron varias canciones e, incluso, llegaron a realizar un bis ante los aplausos del auditorio que estaba viviendo un momento mágico y único.
Fiel a la tendencia de este año de explorar los sentimientos, La Mar de Músicas de nuevo ha logrado, ante la adversidad del tiempo, crear una comunidad de emociones entre su público. Como si tiráramos unos dados, esperamos a ver qué jugada nos depara la próxima jornada en el festival.