Ezequiel Herrera en este ensayo, realiza una disección de las emociones, y de la vida que llega a desgarrar. Su concepto de la sociedad, las relaciones y del día a día hace de este libro una guía de cabecera donde uno puede refugiarse de los varapalos que soportamos en diferentes ámbitos.
Pese a su juventud, maneja la escritura de manera exquisita haciendo la lectura muy llevadera y de fácil comprensión. Su condición de profesor se hace patente en este libro, haciendo un análisis del alma del ser humano asumible para cualquier edad.
Uno de sus capítulos: “El viaje de los incomprendidos” lleva a un poemario que si “Hablen que no hay wifi” puede gustar, sus poemas harán las delicias de aquellos que en algún momento han sentido que no han tenido su hueco en el mundo.
“Hablen que no hay wifi” rescata las conversaciones que se perdieron debido al avance de las tecnologías. Es el pepito grillo que nos lleva a decir lo que no nos atrevemos o a poner límites a lo que no nos gusta.
Herrera en este libro no deja indiferente a nadie porque grita lo que su corazón siente y no podemos hacer otra cosa que identificarnos con el.
En definitiva, recomiendo su lectura para esos momentos en los que no nos entendemos ni nosotros mismos, que sus letras nos abracen y acompañen en el duelo de las emociones.
