viernes, abril 19, 2024

Reseña del libro «Niños muertos» de Jean-François Ménard y Martin Amis

Construida en una estructura de reunión con atisbos del Marqués de Sade y ¨La naranja mecánica”, Niños muertos ¨ nos presenta a un grupo liderado por la refinada pareja proveniente de familia adinerada, Quentin y Diana que han dispuesto pasar un excitante fin de semana con unos invitados bastante variopintos dónde el sexo y las drogas son los principales ingredientes de un coctel molotov de emociones.

Lo que más llama la atención de la novela es la descripción de los personajes, que pasa a ser un completo análisis psicológico el cual ayuda a comprender cómo han terminado en una espiral de autodestrucción y violencia.

Si bien la violencia física no aparece de manera explícita, si se intuye sobretodo en la relación con las mujeres, que, aunque se las dibuje como seres liberales y defensoras de su sexualidad, terminan como meros objetos de satisfacción para ellos. Uno de los aspectos por lo que se puede comparar con ¨La naranja mecánica¨ es precisamente el hecho de considerar los abusos como algo natural y la creación de un grupo de violentos que recuerda a los ¨Drugos¨ de Alex.

En si la trama es un ajuste de cuentas de Amis entre la realidad (personaje reencarnado en el bromista Johnny, quien va dejando pequeñas notas aireando las miserias de cada uno) y la visión de los jóvenes que sólo piensan en el aquí y el ahora, sin tener en cuenta el futuro que les esperas con ese bucle psicodélico.

Pese a ser escrita en 1975, su trama podría ser el fin de semana de cualquier joven con las ideas no muy claras de la actualidad. Utilizando un lenguaje sencillo, aunque a veces algo soez, consigue que hasta los momentos más grotescos se conviertan en pequeños sketches de humor y así hacer una lectura entretenida.

Texto de Gara Lacaba Toledo.

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