Song Kang-ho («Parásitos») protagoniza la nueva película del director de «Encontré al Diablo», una comedia negra sobre un rodaje imposible en la Corea de los años 70
El próximo viernes, 30 de mayo, Filmin estrena «Tela de araña», el décimo largometraje del surcoreano Kim Jee-Woon, responsable de grandes éxitos del cine asiático como «Dos hermanas», «El bueno, el malo y el raro» o «Encontré al Diablo». El director cuenta una vez más como protagonista con Song Kang-ho, uno de los rostros más reconocibles del cine de su país gracias al éxito de «Parásitos».
La película está ambientada en los años 70 y narra, en clave de comedia negra y disparatada, la odisea de Kim Ki-yeol, un director de cine convencido de que podrá transformar una de sus películas ya finalizadas en una auténtica obra maestra si logra retomar el rodaje durante tan solo dos días más. Incomprendido por el resto del equipo técnico y artístico, y rodeado por todos lados de fuerzas antagónicas, incluida la presión de la censura estatal, el director Kim intenta con todas sus fuerzas hacer realidad su visión a pesar de los altibajos de sus ridículos y lacrimosos esfuerzos.

Hacer cine nunca fue fácil
La pandemia supuso un profundo punto de inflexión para Kim Jee-woon. La producción cinematográfica disminuyó drásticamente en su país y el director hizo una gran reflexión alrededor de su amor por el cine y los motivos por los que decidió hacer películas. «Estoy seguro de que todos los cineastas han pasado por experiencias donde se encontraron con obstáculos e impedimentos y tuvieron que superar esa realidad, y todos los cineastas, no solo en Corea, sino en todo el mundo, llevan ese peso consigo. Quería que esta fuera una película que les permitiera reavivar su amor por el cine», recuerda.
La situación le llevó a recordar otra época especialmente complicada para el cine de su país, la década de los 70, cuando el estricto control gubernamental robó toda la libertad a los creadores. «En la década de 1970, tuvimos censura estatal y una producción forzada de ciertas películas impuestas por el gobierno. Así, atravesamos una época bastante oscura para nuestro cine. Si nos fijamos en las cifras, solíamos tener unas 220 películas al año, una cifra que se redujo drásticamente en los 70 a tan solo unas 100 al año. Es muy similar a lo que ocurrió en el cine coreano tras la pandemia». «Tela de araña» sirve de homenaje a esos directores que lograron superar esos tiempos difíciles y alcanzar el renacimiento del cine surcoreano, autores como Lee Man-hee, Shin Sang-ok, Kim Ki-young, Yu Hyun-mok e Im Kwon-taek, que tuvieron que hacer frente a la enorme brecha entre su visión creativa y la realidad que les tocaba vivir.
La gran estrella del cine surcoreano
Existen pocas dudas de que Song Kang-ho (Gimhae, 1967) es la mayor estrella actual del cine de Corea del Sur, así como uno de los rostros más reconocibles del cine asiático, gracias a su trabajo con directores como Bong Joon-ho («Rompenieves»), Park Chan-wook («Thirst») o el nipón Hirokazu Kore-eda («Broker», por la que ganó el premio al Mejor Actor en Cannes). Ser el protagonista del mayor éxito en la historia del cine surcoreano, la ganadora del Óscar «Parásitos», le ha convertido en una estrella a nivel internacional, a pesar de que en sus inicios fue rechazado por diversas escuelas de interpretación y empezó su carrera relegado a interpretar a personajes torpes y cómicos en películas de bajo interés.
Fue precisamente Kim Jee-won quien en 2000 le regaló el papel que cambió su carrera. En «The Foul King» interpretó a un oficinista que se convierte en luchador profesional. Song realizó la mayoría de sus propias escenas de lucha, y siempre ha dicho que este fue el papel más difícil de su carrera. «Song Kang-ho representa a Corea del Sur», afirma Jee-woon: «Llevamos más de 25 años trabajando juntos y hemos hecho cinco películas. Para ser un buen actor, hay que crecer como persona, y eso es lo que él encarna y lo que ha hecho en su vida».