Celebrada el pasado sábado 29 de abril en el restaurante del Casino de La Laguna y organizada por Charlas de Cine, La Laguna Zona Comercial y el Aula de Cine de la ULL, con la colaboración de la concejalía de cultura del ayuntamiento de La Laguna, Bodegas Cumbres de Abona y Royal Bliss España. Culturamania no podía faltar, gracias a la inestimable colaboración y mecenazgo del Club de Fans Isla Calavera y las siempre maravillosas fotos de Alex Ro; allí estuvimos y así lo vivimos, comimos y bebimos.
Charlas de Cine lleva diez años regalándonos momentos sublimes del séptimo arte, siempre expandiéndose y con la mira en nuevos proyectos. Una Cena de Cine es uno de esos proyectos, que decimos desde ya y dado el éxito de la propuesta, ha venido para quedarse. En el marco del Casino de La Laguna, los comensales fuimos recibidos por un cóctel de bienvenida con photocall… aunque llamarlos simplemente comensales quizás no les haga justicia… tras varios años compartiendo vivencias y cine, se es prácticamente familia y se convierten en el ingrediente estrella del menú que nos espera en el comedor principal.
El menú, con ocho de los platos más famosos de la gran pantalla y dos postres, cuyas recetas serán comentadas por expertos en cine en modo de presentación. Bajo la dirección de sala de Eduardo Venturini y con el chef invitado Rodrigo Expósito. El periodista Miguel Ángel Rodríguez Villar y el actor y humorista Aarón Gómez condujeron la experiencia.
Ocho mesas, ocho comensales por mesa, cada mesa con el nombre de un icono cinéfilo, la nuestra: ‘Mia Wallace’. Comenzamos y toca presentar el primero de los vinos de Bodegas Cumbres de Abona que cataremos durante la cena, y, ¿quién mejor que Fernando Iturrate para presentarlos? Citando al Quijote y su célebre frase «Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra.» se dio paso al blanco seco Flor de Chasna, listan blanco y aroma con recuerdos frutales.
El primer plato de la noche, la Hamburguesa Big Kahuna, de la película Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), es presentado por Manuel Noda recordando la anécdota del actor Samuel L. Jackson acudiendo al casting con una bolsa de papel de la que sacó una hamburguesa que pasó a engullir con mirada amenazadora y que le granjeó la entrada en el proyecto. A destacar el caramelizado de la piña en contrapunto con la deliciosa mostaza con toque picante.
Continuamos con la Sopa de Fresa de El Guateque (Blake Edwards, 1968), presenta David Fuentefria rememorando está grandísima comedia y al camarero borracho robaescenas. Confeccionada con las fresas más maduras y dulces, previamente salteadas en aceite balsámico y con un toque de vinagre de Jerez, un plato refrescante y lleno de contrastes.
Cambiamos de vino, al rosado Flor de Chasna, listan negro y aroma a frutas frescas con notas florales; con final agradable en boca que perdura. Y pasamos a la animación, con el clásico de Disney, La Dama y el Vagabundo (Clyde Geronimi, Wilfred Jackson y Hamilton Luske, 1955), presenta Aaron Gómez y el plato no podía ser otro que Espagueti con albóndiga. Tratándose de Aarón, sobra decir que era inevitable crear comedia sobre quienes adoptarían el rol de dama y de vagabundo en cada mesa, generando risas entre los comensales. Pasta artesana con una salsa napolitana aromatizada con albahaca y una albóndiga muy condimentada.
Seguimos con la animacion y Vanesa Bocanegra presenta el siguiente plato, ratatouille, de la película homónima Ratatouille (Brad Bird, 2007). Un plato sencillo elaborado con verduras de temporada en finísimas laminas, que la presentadora confesó elaborar alguna vez en casa.
Descorchamos un nuevo vino, el tinto Flor de Chasna, listan negro y ruby cabernet, notas a frutos rojos maduros y matices herbáceos, persistente en boca. El siguiente plato, presentado por Ramón Gonzalez, también fue el momento emotivo de la noche, que venía dado por la película Tomates Verdes Fritos (Jon Avnet, 1991). Cómo bien recordó Ramón, no debemos olvidar el legado que nos han dejado nuestros padres, ya que gracias a ellos estamos aquí, así como cuidar del legado que dejamos a nuestros hijos. El plato que da título a la película fue presentado en dos porciones, una tempurizada y la otra empanizada con un toque de miel de palma. Un plato sencillo, que un servidor no había probado antes y me sorprendió gratamente.
Sigue una cena llena de emociones, le toca el turno a Memorias de África (Sydney Pollack, 1985) y su Pescado al vino blanco. Presenta el plato Miguel Rodríguez, manifestando su absoluto amor por la película, los aviones, y desvelandonos que antes de dedicarse al periodismo, quiso ser piloto. El plato, conformado por buñuelos de bacalao, cebolla encurtida y una reducción de vino blanco con el punto justo de acidez; suave y meloso.
Llegamos al último plato del menú, las Codornices con pétalos de rosa de Como Agua para Chocolate (Alfonso Arau, 1992). Presenta Sofía Ramos, destacando como la película exalta el acto de cocinar para la persona amada y recordándonos que no dejemos de decir ‘te quiero’ a las personas que queremos. La codorniz, sellada en mantequilla a cocción lenta y acompañada con una salsa dulce con toques de chocolate, canela y miel, despertaba las emociones y fue de los platos más deliciosos del menú.
Ponen la guinda a Una Cena de Cine, dos postres, regados con un vino dulce de Bodegas Cumbres de Abona. El primero es el Pudin de higos de El Gran Dictador (Charles Chaplin, 1940). La famosa escena de la película, a estas alturas de la noche y con los consabidos grados de alcohol, arranca las carcajadas de todo el comedor. Presenta Manuel Garcia, recordando el espíritu crítico contra la intolerancia del clásico de Chaplin, y, recordándonos mirar dentro del pudin. El pudin, con ingredientes atípicos como el arándano, el calabacín y la zanahoria, busca sabores controversiales que nos arranquen una sonrisa.
El segundo postre es la Tarta Vienesa de Chocolat (Lasse Hallström, 2000). Presenta Cristo Gil, hablándonos de las cualidades y usos del chocolate a lo largo de la historia y las culturas, de la belleza… y de cómo está se puede encontrar incluso en los cuerpos putrefactos (te amo Cristo)… rematando con una oda al ‘carpe diem’. ¡Así se cierra una cena!
Pero aún quedaba el broche final, el Vesper Martini de Casino Royale (Martín Campbell, 2006)… o como lo rebautizó Daniel Fumero… el Bocanegra Martini.
En definitiva, una velada inolvidable y en la mejor compañía. Una Cena de Cine ha venido para quedarse, atentos a las redes de Charlas de Cine para estar enterados de las próximas cenas temáticas.
Nuevamente agradecer la colaboración y mecenazgo del Club de Fans Isla Calavera y las fotos de Alex Ro.
Fotografías de Alex Ro