El director de la Fundación Canaria Cine+Cómics, Lucas Morales, ha elaborado una exposición virtual en la que ha recopilado más de 300 viñetas aparecidas en medios de comunicación de todo el mundo sobre la invasión de Ucrania. Pero eso sí, siempre desde un punto de vista que no tiene reparos en calificar de “occidentalista”, o lo que es lo mismo, siendo muy crítico sobre lo que ha venido ocurriendo desde hace más de un año en este país. La llamativa muestra titulada «La Guerra en Viñetas», ya puede ser visitada en la página de la Fundación, más concretamente en la pestaña del V Congreso Internacional de esta entidad. De hecho, fue “inaugurada” el mismo día en el que se inició este encuentro, el pasado lunes 8 de mayo.
Las viñetas son mayoritariamente del extranjero, con una parte pequeña de autores nacionales. La explicación no es otra, sino que los dibujantes españoles no han sido tan contundentes como los de otros lugares a la hora de ridiculizar, ironizar o directamente denunciar la posición de Rusia en este conflicto. Especialmente, hay presencia de historietistas europeos y, sobre todo, de Estados Unidos que han sido demoledores contra los rusos.
La exposición no da ninguna concesión a la invasión, ni se ha incluido dibujo alguno que, aunque sea de forma remota, esté a favor de esta operación militar. “Es totalmente contraria a la posición de Rusia y a todos aquellos que defienden y la invasión de un país soberano a través de mentiras”. Hemos oído como el país invasor justifica estos desmanes apelando a que se trata de una operación especial, pero “basta con hablar con cualquier ucraniano para comprobar que todos tienen a alguien afectado de alguna manera, ya sea económicamente o por los crímenes de guerra durante los bombardeos, personas violadas o torturadas, que están en el frente…”
Morales está especialmente concienciado sobre esta contienda, la crueldad que ha traído aparejada y alaba el papel que han jugado dentro de sus posibilidades estos dibujantes. En cada una de las viñetas se refleja quiénes son los autores, el medio en el que aparecieron y también se incluye un párrafo con los textos traducidos. El propio director califica de “titánico” un trabajo por el que ha querido agradecer a Lourdes, Miriam y Robin por su apoyo en la documentación gráfica y a Eduardo González por la realización del cartel de la muestra. Las previsiones pasan por convertirla en una exposición física en el XX Salón Internacional del Cómic y la Ilustración de Tenerife y en un libro en el futuro que incluya otros episodios de esta invasión.
“Nos parece interesante porque refleja el punto de vista de los dibujantes gráficos sobre esta guerra. Creo que dejamos claro que las viñetas no son siempre un chiste, sino también pueden suponer un gesto de rebeldía y de crítica”. Pero eso sí reconoce sin reparos que todas y cada una de ellas parten del punto de vista de Occidente y se muestran en contra de la invasión y del apoyo a Ucrania.
Durante un año, Morales ha estado recopilando las imágenes que ha repartido siguiendo el orden de los principales hitos que él ha considerado que definen la guerra, o aquellos momentos históricos y más significativos de la contienda. Por ejemplo, el hundimiento al principio de la guerra del buque insignia de la flota del Mar Negro, el Moskva, cuando Ucrania no contaba con apoyo alguno de la comunidad internacional. Este episodio fue ridiculizado por los dibujantes de manera especial en cuanto que no se trataba de una tragedia humana, sino de la desaparición de uno de los signos principales de la invasión en aquellos momentos.
Otro hito en el que se han cebado literalmente los humoristas ha sido la llegada de los mercenarios contratados por Rusia, a quienes se les atribuye las mayores atrocidades, en todos los sentidos. Un personaje en el que se han concentrado de forma especial las burlas de los caricaturistas es en el ministro de Exteriores de la Federación Rusa, Sergei Lavrov. La causa es la serie de mentiras encadenadas que ha protagonizado a lo largo de estos meses, de forma constante, con el fin de adaptar el discurso del Kremlin al desarrollo de la contienda. Especialmente irrisorias resultan sus acusaciones repetitivas de que el país invadido es de tendencia nazi, cuando precisamente su presidente Volodímir Zelenski es judío. Un argumento que repetitivamente se ha basado en la coalición puntual que tuvieron con Alemania en la II Guerra Mundial con el fin de enfrentarse a Rusia, enemigo ya en aquel entonces de Ucrania y de la Alemania nazi.
La explicación que ofreció el ministro es que los judíos siempre han sido los mayores enemigos de su pueblo, lo que vendría a significar que Hitler era de raza judía. No hubo que esperar mucho para que aparecieran en los medios de comunicación una retahíla de burlas, chistes y críticas sin límites. Los apoyos con los que han contado los rusos, entre ellos Chechenia, es otro de los aspectos en los que los humoristas también se han ensañado especialmente.
La decisión de que la exposición virtual adopte exclusivamente el punto de vista Occidental y no dude en defender a Ucrania, la justifica Morales como “algo personal”. Hasta ahora, las reacciones de las personas que la han visto es la de apoyar lo que algunos han entendido como una labor informativa y se muestra orgulloso de que le den las gracias porque se han puesto al día sobre el desarrollo del conflicto. “A veces hay demasiada información, en otras hay poca y en algunas más no existe interés en estas cuestiones”. A ello se une que poco a poco la guerra va perdiendo protagonismo en los medios de comunicación, “pero ese no es mi caso, desde luego”.
El motivo de impulsar esta iniciativa no es sólo ideológico, sino también de tipo personal. Cuando comenzó a dar clase en la universidad hace diez años, dos de sus alumnos eran un matrimonio ucraniano -Araik y Natasha- con quienes aún mantiene una gran amistad y coopera para impulsar nuevas iniciativas similares. Morales es consciente de que la exposición implica un pequeño apoyo a un problema mastodóntico. Está convencido de que el respaldo que ofrece Occidente a los ucranianos facilitándoles armas es con la intención en todo momento de que llegue la paz, pero no a cualquier precio, y por supuesto sin ser represaliados ni pisoteados”. No ve descabellado que Ucrania vuelva a recuperar sus fronteras, se haga con Crimea y pueda mantenerse como un país soberano.
Rebate a quienes defienden a Rusia al considerar que no les quedó más remedio que actuar de esta manera para evitar que Ucrania entrara a formar parte de la Alianza Atlántica, OTAN. “No estamos a favor del imperialismo americano, pero tampoco de lo que está ocurriendo. En todo momento hay que respetar la soberanía de los países. Si criticamos que se invada un país como Iraq pese a su forma de gobierno dictatorial, también debemos hacerlo cuando la afectada es una nación democrática amenazada con ser ocupada por un país totalitario”.
Los viñetistas que más se han implicado en este compromiso a medio camino entre el humor y la crítica son, por ejemplo, el libanés Patrick Chappatte, o los miembros de los colectivos Political Cartoon o Cartoon Movement. “Me ha alegrado ver que hay periodistas tanto gráficos como dibujantes que han sido lo suficientemente cabales como para poner un punto sobre las íes”.
Noe Ramón