Fecha de publicación: 28/02/2025 (Sello Keroxen)
Detrás de Pumuky se esconden los hermanos Jaír y Noé Ramírez, originarios de Icod de los Vinos, un pequeño pueblo del norte de Tenerife (Islas Canarias). En la actualidad completan la formación Mariano Gracia y Albert Morales.
Durante dos decenios, y a pesar de una accidentada travesía con múltiples cambios de formación y bajo el yugo de la insularidad más periférica, han ido construyendo una extensa y muy personal discográfica, en sellos como Jabalina, WeAreWolves o Keroxen, que tendrá en 2025 un nuevo capítulo, un 5º LP con el título de No sueltes lo efímero.
Hacía 10 años que no publicaban un disco de larga duración, aunque nunca estuvieron con los brazos cruzados y durante este paréntesis llegó un EP titulado Castillo Interior (Keroxen 2020) que fue descrito por Bandcamp con las siguientes palabras: «In intricately sculpted songs that are utterly hypnotizing, the Ramírez brothers explore the border of dreams & reality», y que terminó siendo remezclado por artistas de la talla de Xiu Xiu o Dntel (Jimmy Tamborello de The Postal Service). También en este periodo llegó su colaboración con Elinor Almenara de VVV [Trippin’you], en su single Metahackeo (Keroxen 2022), referentes hispanos de la nueva ola oscura que llegó después de los años pandémicos. Pumuky acumulan a su vez un largo historial de conciertos en Europa y Latinoamérica, con presencia en importantes foros como los festivales Primavera Sound, WOMAD, o el mexicano NRMAL.
No sueltes lo efímero se publicará el 28 de febrero en Keroxen, colectivo que además de servir de plataforma/sello para lo más granado de la escena underground de las Islas Canarias, organiza un extraño festival de música dentro de un gigantesco tanque de queroseno abandonado en Santa Cruz de Tenerife, del que ya se comentan maravillas en cualquier lugar del mundo.
No sueltes lo efímero ha sido grabado en los estudios La Mina (Granada) con Raúl Pérez, uno de los productores más respetados de la escena musical española, masterizado por Rafal Anton Irisarri, un referente en el mundo del ambient que no mira mal a las guitarras. Un disco en el que Pumuky regresa a su sonido más característico, aunque nunca abandonado del todo, un slowcore abrasivo de crescendos controlados y textos a corazón abierto, sin filtro alguno, bordeando a veces la intensidad del shoegaze más sucio, en otras ocasiones acercándose a pasajes con impronta dream pop, pero siempre con el sello propio que siempre les ha caracterizado.
Rara avis, con difícil encaje en etiquetas y escenas, Pumuky escriben canciones como si hicieran trucos de escapismo.