jueves, noviembre 7, 2024

Crítica: Coming Home in the Dark, un viaje inesperado. Por Jesús Hernández

Si algo tiene el Festival de Cine Fantástico de Canarias Isla Calavera es poder ver en pantalla grande joyas como esta. Un film neozelandés que te dejará con pocas ganas de viajar en carretera.

Coming Home in the Dark (2021), ópera prima de su director James Ashcroft. Empieza con un arranque rápido, una familia acomodada, una madre, un padre y sus dos hijos se desplazan hacia un increíble escenario natural de Nueva Zelanda para disfrutar de un día de fotos y picnic. Sin dejarnos ver como disfrutan de esa tarde en familia, son sorprendidos por dos tíos raros que aparecen de la nada, su líder Mandrake (Daniel Gillies) y su compañero silencioso Tubs (Matthias Luafutu), toman el control de la historia.

Todo parece tranquilo hasta que uno de los hijos llama a su padre (Erik Thomson) por el apodo de Hoaggie, diminutivo de Hoaggenraad, ¡Empieza lo bueno!. La película tiene unos primeros minutos muy intensos, con violencia y mucha crudeza, los elementos más comunes del subgénero, una película similar a Wolf Creek (Greg McLean, 2005) o Killing Ground (Damien Power, 2016).

Coming Home in the Dark pasa a mano de los criminales, mientras su esposa Jill (Miriama McDowell) se lamenta por el camino, su marido Hoaggie (Erik Thomson) intenta ingeniárselas para tranquilizarla, mientras Mandrake (Daniel Gillies) se empieza a cabrear. Una parada en una estación de carretera, es el lugar donde Hoaggie intenta ingeniárselas para dejar en un baño cuchitril un mensaje de socorro. Una vez más, todo sale mal y los criminales siguen su intenso viaje por carretera, donde Jill (Miriama McDowell) decide su propio destino en uno de los kilómetros de carretera. La película empieza a enseñarnos que no será un final feliz.

¿Trasfondo social? ¿Los criminales fueron víctimas de abusos en internados? Sí, la película nos llevó al interior de este tipo de escuelas, abusos de sus cuidadores en un internado varonil neozelandés, el triste pasado en el que Hoaggie cobra sentido para ellos en este horrible viaje.

Destacar la excelente interpretación de todos los intérpretes en especial del papelón que hace Mandrake (Daniel Gillies) como líder de la pareja criminal. El actor lo pudimos ver en películas como Pleasantville (1998), en el papel de médico de la clásica Rescate de un soldado (1998) o ya más actual Ocupación: Proyecto lluvia (2020) donde interpreto al Comandante de ala Hayes.         

Thriller exquisito, totalmente recomendable si te gustan las películas de crímenes terroríficos y acción macabra.

Por Jesús Hernández

Fotografía en portada: Cartel o escena, público y distribuido para su publicidad de la película

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