Formado por Rubén Hernández (guitarra, voces), Fran Frechín (batería), Jesús Pastor Gil Medina (bajo) y Francis Díaz (guitarra), The Cassavetes son una rara avis en el circuito musical canario. A diferencia de otras bandas que han vendido sus principios para llegar al público, el grupo trabaja de forma independiente produciendo su propia obra. Aparecer en la prensa, programas de televisión, festivales promovidos por el gobierno o la radio resulta irrelevante. La esencia se demuestra sudando sobre un escenario, bajo las luces de los focos y el alboroto del público. El divismo es la mascarada de aquellos que carecen de talento.
Grabado en los estudios Arena Digital en riguroso directo, con los músicos tocando cara a cara, sin oberdubs ni retoques posteriores, For The Chosen Few es un elepé urgente con canciones honestas y estribillos pegadizos; ninguno de los cortes supera los cuatro minutos.
The Cassavetes no hubieran desentonado sobre las tablas del CBGB junto a los Ramones, Television, Dead Boys y los Dictators. En aquella época el rock que salía de las alcantarillas de Nueva York no estaba sometido a presiones comerciales. El público hacía cola en la puerta del local, el suelo estaba lleno de heces de perro y en los lavabos se consumían toda clase de sustancias recreativas. La leyenda, tal como demostró la historia, estaba a punto de empezar. Guitarras, bajo, batería y voz. ¿Quién necesita más?
“Hometown”, “Strange Toy”, “Crawling”, “Dizzy”, “Not Love” y “Now Or Never” podrían considerarse las mejores canciones del álbum. Un compendio de todos sus EP’s anteriores; una especie de grandes éxitos en el que se desgranan las piezas más interesantes de su discografía. Ideal para los neófitos que deseen conocer la propuesta de la formación.