Al igual que muy de vez en cuando se producen fenómenos astronómicos únicos y asombrosos, también en el mundo de la cultura se dan casos extraordinarios que marcan un antes y un después. Diego Navarro es uno de ellos. Compositor, director de orquesta, fundador y director de FIMUCITÉ, miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Hollywood (los Oscar), este tinerfeño cuenta con una trayectoria tan impecable como apasionante. Cuenta también con distinciones de máximo honor como la Medalla de Oro de Santa Cruz de Tenerife y el reconocimiento como Hijo Ilustre de la isla de Tenerife. Mariposas Negras, película para la cual ha compuesto la banda sonora, ha recibido numerosos galardones, incluyendo el Goya a Mejor Película de Animación. Hemos tenido la oportunidad de hablar con él sobre todo ello, ahondando en cuestiones tanto técnicas como
personales, dejando clara su enorme calidad humana
Lo primero, agradecerte que hayas sacado este ratito para poder atendernos, para nosotros es todo un lujo. Y bueno, no podemos empezar la entrevista sin felicitarte por todos los reconocimientos recibidos. Este último de Hijo Ilustre de la isla de Tenerife y los muchos premios que ha recibido Mariposas Negras. Muchas felicidades. ¿Cómo te sientes ante todo esto?
Pues me siento abrumado. Uno a veces piensa en esa máxima universal de que después de mucho trabajo, talento, amor, energía e ilusión invertidos, empieza a llegar la recompensa y los reconocimientos. A veces no es así, a mí me ha tocado también, pero en este caso, de forma especialmente intensa y excepcional, sí se ha cumplido. El 2024 fue un año extraordinario para mí y la verdad es que el primer trimestre del 2025 no puede estar yendo mejor. Estoy muy impresionado porque es como que está todo explotando alrededor, en el buen sentido de la palabra. Estoy recibiendo muchos reconocimientos que hacen que todo esto de lo que hablaba con anterioridad merezca la pena. Y bueno, sobre ese dicho clásico de “nadie es profeta en su tierra”, pues yo ya al menos no lo puedo decir, ja ja ja ja. Recibí la medalla de oro de Santa Cruz hace dos años y ahora, el pasado miércoles 19 de marzo, la distinción maravillosa de Hijo Ilustre de Tenerife, una alegría y orgullo enorme.
Me puedo imaginar… Qué alegría. Bueno, vamos a entrar un poco más en materia porque queremos conocer más sobre Mariposas Negras. ¿Cómo surge la idea y cómo fue el principio del proyecto?
El primer encuentro se produjo en el año 2018, cuando se pone en contacto conmigo David Baute. David y yo por supuesto nos conocíamos con anterioridad, nos teníamos un enorme respeto mutuo. Yo conocía su doble faceta, tanto de director documental como director de festival y él conocía también mis múltiples facetas, de compositor, director de orquesta, director de festival…, y nos teníamos muchas ganas en el sentido creativo. Él me llamço, nos reunimos y me muestró un proyecto en el que ya estaba trabajando. Yo conocía su documental Refugiadas Climáticas, que me pareció tremendo y me impactó muchísimo. David me contó que quería desarrollar aún más esa idea y rodar una película. Una película, evidentemente con un cierto corte documental, porque es el lenguaje que él domina. Entonces me propuso que yo escribiera la banda sonora. Personalmente, cuando me habló del proyecto me pareció potentísimo y, sabiendo que era él quien lo iba a firmar, por supuesto le dije que contara conmigo y que estaba interesadísimo.
A partir de entonces fue todo rodado, ¿no?
Para mi sorpresa, unos años más tarde contacta conmigo de nuevo y me informa de que el proyecto ha dado un giro tremendo y que finalmente lo va a transformar en un proyecto de animación. Me quedé muy impresionado. La primera sensación fue de enorme sopresa, en el buen sentido. La animación me encanta, me fascina. Es un género que he cultivado mucho. De hecho, mi primer largometraje fue de animación. El proyecto finalmente se desarrolla en animación 2D. De esta manera podíamos crear sin límites y no estaríamos condicionados por un rodaje. Así que, como digo, me pareció muy interesante porque a mí la animación para adultos me fascina. De esta manera salimos del ámbito más usual, digamos, en el que se desarrolla la animación, que es cine familiar o de índole más infantil. Me apetecía muchísimo y le animé a continuar desarrollando el proyecto en esa dirección.
Llamativo… Durante el proceso de producción de la banda sonora, ¿te encontraste con algún reto? En caso afirmativo, ¿cuál fue el mayor de todos?
Siempre hay retos y eso es precisamente lo que te mantiene activo. Uno de los grandes retos fue el de saber desde un principio que había que contar la historia de tres mujeres de tres culturas completamente diferentes y continentes dispares, muy alejados los unos de los otros y sin ningún elemento en común. Considero que este fue uno de los primeros retos complejos a los que me tuve que enfrentar porque mi idea era la de realizar un viaje musical a través de estas tres mujeres, de estas tres culturas. Si las ubicaciones y el origen de cada una de ellas es tan distante, no hay ningún elemento común a nivel musical, ningún nexo común que nos permita unificarlo…

¿Y cómo conseguiste enfrentarlo?
Lo que hice fue utilizar instrumentaciones propias de cada una de esas culturas. Por ejemplo, el personaje de nuestra protagonista caribeña está representado por el steel drum, instrumento de percusión caribeño y que normalmente su uso está relacionado con situaciones festivas. Aquí le quise dar un giro completamente diferente escribiendo un patrón rítmico específico y un motivo melódico concreto. Por supuesto, incorporé la guitarra española, aunque es un instrumento español, también forma parte de la cultura caribeña. Para África usé percusiones de todo tipo, así como voces africanas, femeninas y masculinas y un coro africano también. Y después, para la India, vi necesaria la utilización del sitar hindú, instrumentos de percusión como la tabla y voces femeninas y masculinas propias del folk de la India. De esta manera ya tendríamos dibujado el viaje por las tres culturas de nuestras protagonistas.
Pero, ¿cómo se puede conseguir que todo eso funcione?
Eso era el siguiente reto. Me vino a la cabeza la idea de que todo estuviera unificado por una voz neutra, femenina, una voz que no se pudiese situar ni en África, ni en la India, ni en el Caribe, y que se convirtiera en el pegamento que lo consolida y unifica todo. Unifica ese viaje. Es la autopista. Cada uno de estos planteamientos musicales – el de cada cultura – serían tres estaciones diferentes, y la autopista que confluye entre esas estaciones sería esta voz femenina neutra con un toque místico muy potente. Todo esto, para terminar, reforzado con una fuerte presencia de las cuerdas y sobre todo de unos solos muy potentes de cello que son los que representan el alma y ejemplifican el dolor de cada una de estas tres mujeres que viven un drama tremendo. Ese dolor común está ejemplificado por el cello y los solos que escribí para la partitura. Es un instrumento que tampoco es ni de la India, ni de África, ni del Caribe. Mi intención era llegar hasta el túetano del alma. Además, el cello es un instrumento que juega un rol muy importante en mi música.
Al escuchar esta banda sonora te das cuenta de que no solo hay una parte instrumental, sino que también tiene voces diferentes. ¿Es complejo trabajar con las voces en ese sentido o es algo habitual?
Bueno, lo que no es tan habitual es tener voces de tantas culturas. Se suele tener un solista o una solista y va un poco en una misma línea, pero el que hayan voces tan contrastadas, como decía antes de culturas tan diferentes, en un mismo trabajo, es lo que a priori no es tan común. Grabarlo y poder dar e inferir a la partitura esos toques de color folk, poder tener esa paleta de colores y, como si de un pintor se tratase, utilizar todos esos colores a nivel musical con sonoridades tan especiales y particulares, es un auténtico lujo. La verdad es que todo fue de maravilla. De hecho, lo que es impresionante, y cuando tengas ocasión te lo recomiendo, es ver la película en versión original, en la que estamos escuchando el castellano de nuestra caribeña, el francés de nuestra caribeña cuando se ve obligada a emigrar a Paris, el idioma turcano de Kenia, y el hindi. Es absolutamente maravilloso. La peli, desde mi punto de vista, gana muchísimo más si la ves y la escuchas en versión original. Fue un reto tremendo. De hecho, todas esas voces se tuvieron que grabar en diferentes lugares y, en concreto, la que más costó fue la de África. Se grabó en un estudio de Nairobi y se tuvo que grabar con actores y actrices capaces de hablar en turcano.
También ya un poco más personal quizás la pregunta, pero dentro de toda la composición de la banda sonora, ¿hay algún fragmento, alguna pieza en concreto que puedas considerar como tu favorita, por así decirlo? En caso afirmativo, ¿cuál?
Sí. El tema principal, por supuesto, que es el tronco del árbol, y el resto de las composiciones son todas sus ramas. El tema principal es donde dibujé el ADN de la partitura, y después hay varias de las que estoy especialmente orgulloso. La guerra del agua, por ejemplo, es muy potente. La escena es tremenda, me parece que es una de las más hermosas de la película. Describe una batalla sen la que se enfrentan dos tribus por el control de un pozo de agua. Está concebida de manera increíblemente pictórica, tiene una fuerza tremenda. Cada plano es un cuadro, parecen como pinturas cuasi rupestres. Para escribir la música de esa escena utilicé una potente sección de percusión africana junto con la orquesta de cuerdas inprepretando unos ritmos, unos ostinatos muy violentos, muy potentes. Después están todas las músicas que escribí para cada una de las ensoñaciones de las deidades, tanto de la India como de África, con esos cánticos femeninos de la India, el sitar, etc. Todas esas piezas creo que son especiales, muy mágicas. Por otro lado hay también alguna pesadilla que tienen en común los tres personajes que fue potenciada y narrada a través de mi música. Disfrute muchísimo durante el proceso de escritura.
Tienen como un punto de misticismo también.
Totalmente, claro, efectivamente. Me alegra mucho escuchar esto porque es exactamente lo que buscaba, crear y generar ese misticismo ya que es absolutamente místico lo que se está contando en esas escenas, en la escenas de Ganesha. Todas esas con presencia del sitar de fondo y solos interpretados por voces femeninas de la India, dándoles un toque místico. Otra de mis piezas favoritas es “Devastación”, con ese cuarteto de cuerdas que intenté reflejara el dolor derivado de la destrucción tras el paso del ciclón Irma, que ha sido el más destructivo. La verdad es que estoy especialmente orgulloso de esta partitura, creo que es una de las bandas sonoras más intimistas de mi carrera hasta el momento. Ha habido otras anteriores siguiendo ese corte como “Pasaje al Amanecer” (Passage to Dawn), pero esta es una de las más personales que he escrito.

Es palpable, seguramente también por la conexión con las historias y esa implicación que se acaba teniendo con las mismas. También como curiosidad, ¿cuánto tiempo puede llevar más o menos crear una banda sonora de estas características?
Esa pregunta es curiosa y delicada, porque no existe un baremo en este oficio. La posproducción de una película es compleja: los tiempos se están acabando, hay que estrenar la peli y no solemos tener mucho tiempo, para nuestra desgracia, o al menos no todo el tiempo que querríamos. Tienes que tener la habilidad y la capacidad de escribir muy rápido y sometido a una presión y a una tensión de proporciones titánicas, gigantescas. La banda sonora de esta película la escribí en total en unas 5 – 6 semanas. Mi media está ahí. Si es una peli de animación que necesita mucha más música y una partitura sinfónica, como Atrapa la bandera o Super Klaus, puedo llegar a emplear 7 – 8 semanas. Estamos hablando de, en el caso de Super Klaus, 85 minutos de música sinfónica.
¿Qué consideras imprescindible a la hora de crear una banda sonora?
En primer lugar, darlo todo, como creador. Claro que sí. Darlo todo, siempre. Esa es mi máxima, en cada uno de mis proyectos doy la vida, lo doy todo, porque está ahí mi impronta, mi sello. Para mí esa búsqueda continua y eterna de la excelencia, es fundamental. Y después intentar hacer cine a través de mi música, intentar que mi música narre lo que vemos en las imágenes, pero traducido a lenguaje musical. Mi máxima es que escuchando mi música, puedas visualizar la película.
Precisamente, si alguien escucha solo la banda sonora de Mariposas Negras, sin acompañamiento visual, seguramente sea capaz de imaginarse con bastante claridad lo que pasa en cada momento de la historia. ¿Cómo es esto posible? ¿Consideras que la música es un lenguaje con personalidad o entidad propia?
Fíjate la frase que encontrarás en mi web: “Componer para el cine implica, entre otras cosas, crear una obra de arte con entidad propia que traduzca a lenguaje musical todo cuanto el guión de la película describe. De esta manera obtendríamos una historia paralela convertida en expresión sonora”. Efectivamente, lo acabas de describir de maravilla. La idea es esa, ser capaz de traducir al lenguaje musical todo aquello que vemos en las imágenes. Fíjate qué interesante lo que te voy a contar ahora: En alguna masterclass que he dado, recuerdo hacer este experimento con una de mis partituras. Les dije: «Ahora vamos a escuchar una pieza, no voy a decir qué película ni qué banda sonora, pero la vamos a escuchar entera y después voy a preguntar qué les sugiere esta música, qué están viendo cuando la escuchan, si son capaces de visualizar lo que están escuchando”. Entonces le dí al play, la escuchamos y empecé a preguntar. Te hubieses sorprendido muchísimo con lo que me respondieron porque no solamente acertaron con el género de la peli, sino que también atinaron con lo que visualmente se estaba narrando en esa escena. Esto lo analizamos y es básicamente lo que tú ahora me estás planteando con tu pregunta. ¿Cómo es posible que un lenguaje sonoro sea capaz, en base a las emociones que transmite, de hacernos visualizar imágenes? la buena música para el cine tiene ese poder aunque a priori pueda parecer imposible.
Claro, lleva mucho trabajo detrás y lograr este efecto también es síntoma de que se han hecho bien las cosas.
Muchísimo trabajo, la audiencia no es consiente. Es un trabajo de proporciones titánicas.
Y Diego, en cuanto a todo lo que ha pasado después de la publicación del largometraje, todos los reconocimientos que ha recibido, ¿ha habido algo que a ti te haya supuesto un reconocimiento más especial que otro por lo que sea?
Nos llevamos el premio Forqué a Mejor Película de Animación, el premio Gaudí a Mejor Película de Animación y la culminación fue este Goya maravilloso. Estamos nominados a los premios Platino, a los Quirino, así que no podemos estar más felices con el recorrido increíble que ha tenido la peli. A mí en particular… Pues fíjate, te tengo que hablar de uno que me ha hecho mucha ilusión y que fue el premio CYGNUS a Mejor Banda Sonora por Mariposas Negras que otorga la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid, en un festival que ellos organizan de cine solidario y de valores. Que dentro de ese contexto se haya premiado a mi partitura, para mí ha sido muy bonito porque era el festival ad hoc, idóneo por la temática y el mensaje que transmitimos en la película.
También ha sido bastante llamativo, o por lo menos desde fuera se aprecia así, cómo se ha volcado la sociedad canaria al recibirles a ustedes. Se ha empezado a hablar mucho de Mariposas Negras, de David Baute, de Diego Navarro. ¿Has sentido este cariño?
Realmente estoy muy sobrecogido, ha sido precioso, muy bonito y muy emocionante. Tenemos un chat de todo el equipo de la película y la verdad es que ha sido algo extraordinario. Ha habido un nivel de compañerismo muy bonito en esta película. Estamos todos al tanto y compartiendo noticias. Ver cómo ha recibido el público aquí la noticia, ha sido una preciosidad. Date cuenta que es una peli que hace historia en el cine canario, es una coproducción España-Panamá, pero hay una buena parte canaria y dos de sus coautores, empezando por Baute como director y yo como compositor, somos los dos de Tenerife. Ha sido increíble ver cómo el público canario ha recibido el éxito de nuestra película y sobre todo nos alegra mucho que todos estos galardones permitan que la película viaje como está viajando. Más allá de que producir cualquier largometraje es algo muy complicado, muy costoso y muy difícil, esta peli es tremendamente especial por el mensaje que transmite.
Imagino que parte importante del trabajo ha pasado por conseguir transmitir un mensaje potente a la sociedad, ¿no?
Claro. De hecho, lo que queríamos, nuestra sana obsesión, era que este mensaje, con la excusa de la película, viajara lo máximo posible, que generara interés y que se quisiera ver y que, a pesar de que la peli sea un drama social duro, que despertara las ganas de verla. La verdad es que el público se ha volcado, no solamente en Canarias, sino a nivel nacional. La película estuvo en cartelera más de un mes y pico, como si fuera un blockbuster de Hollywood, rompiendo todos los pronósticos. Esta peli iba a durar una semana en cartelera, lo teníamos asumidísimo, y yo le decía a todos mis contactos: “¡Vayan a verla!” Y David igual: “Vayan a verla porque va a estar una semana en cartelera”. Seguía una semana más, seguía una tercera, seguía una cuarta, una quinta. Después volvió a los cines otra vez con el Goya, estuvo una semana y media más, casi dos semanas.
¡Qué bueno! Y, después de este pasado miércoles, cuando recibiste el reconocimiento como Hijo Ilustre de Tenerife, ¿qué implicaciones ha tenido o tiene esto para ti?
Esto me ha colapsado un poco, en el buen sentido. Significa mucho para mí porque soy un grandísimo enamorado y defensor de mi tierra allá por donde voy. Adoro mi isla, mi amor por Tenerife me sale por todos los poros. El hecho de que mi isla me haya otorgado una distinción de esta envergadura es un tremendísimo honor que me llena de felicidad, que me colma y que me enorgullece sobremanera. Eso sí, siempre con la mayor de las humildades y con los pies en el suelo, siendo exactamente el mismo que he sido siempre, eso no cambiará nunca.
No podemos evitar preguntarte por tu entrada en la Academia de Hollywood, ¿cómo recuerdas el momento en el que se te comunica esto?
Fue todo como muy surreal. Llegaba agotado a mi casa después de trabajar en mi estudio y cometo el “error” de empezar a cenar con el iPad al lado. De repente me entran unos correos que no necesitaba leer, pero, por arte del destino, los leo y encuentro uno de un amigo, Charles Bernstein, un grandísimo compositor de Hollywood. Me escribía para informarme off the record que acababa de salir de una reunión del departamento musical de la Academia y que, cuál había sido su enorme sorpresa porque no uno ni dos, sino varios miembros del equipo habían puesto sobre la mesa mi nombre considerándolo cara a las próximas incorporaciones a la Academia, que era en julio. Cuando yo leí esto, quedé alucinado y el cansancio se me fue de golpe. Incrédulo, le contesté inmediatamente, le dije lo honrado que me sentía, que cómo era esto posible, que no entendía nada, que qué podía hacer yo, si necesitaba información adicional, una biografía musical actualizada, en fin, qué podía yo entregar extra que les pudiera ayudar. Su contestación fue rotunda: “Diego, no hace falta que hagas nada”, me dijo textualmente, “la Academia sabe ya todo lo que tiene que saber, todos tus créditos ya han sido incluidos en tu candidatura”. Su repuesta me impresionó muchísimo.
¿Y cómo reaccionaste ante algo así?
Le contesté dándole mil gracias por haberme dado esta información y le dije: «Independientemente de lo que suceda, el hecho de que me hayas informado de esto, de que se me aprecie tanto en la Academia, ya es un tremendo honor; me quedo con esto”. Después de ahí ya llegó julio, justo antes de arrancar FIMUCITÉ. Ahí recibí otro correo de mi amigo Justin Hurwitz (el oscarizado compositor de LA LA LAND), muy espartano, diciéndome: “Diego, welcome to the Academy”. Me enteré por él. A la media hora recibí el mail oficial de la Academia, con el logotipo de los Oscars, personalizado y mes y medio después ya me estaba llegando al estudio la certificación y diploma como nuevo integrante de la Academia (promoción 2024) y el carnet de miembro. Es un auténtico honor, una ilusión enorme formar parte de esta institución tan prestigiosa. Sin duda es un espaldarazo inmenso a nivel internacional a mi carrera como compositor.
Solo me queda una pregunta, que más que pregunta es un reto, no te enfades, por favor, pero ¿podrías o serías capaz de describir qué es para ti la música en solo tres palabras?
¿Para mí? Vida, emoción y pasión.
Entrevista realizada por Deborah Barroso