sábado, abril 20, 2024

El libro de la semana recomendado por El Libro en Blanco y Culturamanía es «El penúltimo negroni» de David Gistau.

Esta semana Culturamanía y El Libro en Blanco les recomendamos «El penúltimo negroni», de David Gistau. La selección de los artículos y la introducción corren a cargo de David Lema, mientras que el prólogo lo realiza Manuel Jabois. El libro nos muestra una selección de los mejores artículos y columnas del periodista madrileño, que falleció el 9 de febrero del pasado año 2020.

David Gistau gozó desde muy temprano de una libertad inusual, y supo hacer uso de ella como nadie. Esta antología da cuenta de un universo amplio y rico en contrastes (en el que tenían cabida la crónica política, la historia, el fútbol, el boxeo, la literatura, el cine y los Simpson), cubre sus distintas etapas y registros, y nos redescubre a un escritor honesto, comprometido, independiente, impredecible, elegante y mordaz.


Esta edición -que recoge textos publicados desde sus inicios hasta su última etapa- consta de siete capítulos. Rosebund (sobre el tiempo perdido no pasado), con sus artículos más íntimos. Le siguen dos bloques políticos: Gistau, desencadenado, que, como indica el subtítulo, va al abordaje de una España no tan lejana e incluye la crónica política de la época, con personajes y momentos clave; y Rocanrol reglamentario, para no dejar ni un cabo suelto: sobre aquellos que eran sus leitmotivs, si no sus mayores preocupaciones. El cuarto, Cómo ser Norman Mailer, sobre la cultura, sucedáneos y allegados. Sobre su Madrí y algún deporta más está Psicosis en Chamartín y en el cuadrilátero. otro que excede lo doméstico: Figurante de guerra, sobre el esto del mundo y el intento fallido de Pakistán. Y, al final, El puto folio del columnista.

Compartimos fragmento del artículo titulado «Lo fusilaron», publicado en 2015:
<<El Lauchón vivía en una quinta de Moreno en la que irrumpieron, tirando la puerta abajo, efectivos del Grupo Halcón de la policía bonaerense. Lo fusilaron literalmente con siete disparos, y el rumor divulgado sugiere que asaltaron la casa porque buscaban a Stiuso, que a
partir de ese hecho se hizo indetectable y urdió una respuesta utilizando a Nisman. El señor Y tiene una opinión muy desfavorable de Nisman, que no coincide con el proceso de idealización del fiscal comenzado a raíz de su muerte.

Lo acusa de corrupto. Dice (sin aportar pruebas, tal vez con la única intención de desacreditarlo: en este caso todos juegan a eso) que en su casa de Le Parc de Puerto Madero apareció dinero. Describe una dependencia insana que en realidad se parece a aquella con la que los espías crean nexos gregarios con las prostitutas: «A las chicas las haces dependientes con la cocaína. A los fiscales, con el dinero y con el suministro de informaciones que les permite destacar. Ni el A5 que conducía Nisman era suyo».

Como cualquier otro actor de la política y el submundo argentinos tampoco el señor Y tiene una certeza acerca de lo que sucedió en el apartamento de Puerto Madero la noche de la muerte de Nisman. Dice que la hipótesis de un plan ejecutado por Stiuso se vuelve inverosímil por la propia muerte: «No le hacía falta, por más que fuera verdad que a Nisman iban a despedazarlo en la comparecencia parlamentaria, porque no tenía nada de verdadera trascendencia jurídica».

Sí cree que el suicidio sería demasiado perfecto y que no comprende que, en un momento de apuro, el dispositivo de escoltas, en lugar de derribar la puerta al no obtener respuesta de Nisman a sus llamadas, se fuera a buscar a la madre como para dar un adorno dramático al hallazgo del cadáver. Tampoco él apreció jamás ninguna tendencia suicida en el fiscal. Al revés, estaba motivado, convencido de que iba a coronar con la máxima exposición mediática toda una carrera dedicada obsesivamente a la AMI, que le había costado incluso dividir a las asociaciones de víctimas y resultar impopular entre los compañeros de profesión>>.

El libro en blanco – C/ Juan Pablo II, 35
Santa Cruz de Tenerife
www.libroenblanco.es

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