sábado, noviembre 23, 2024

Festival Periplo: Ana Griott, la rescatadora de los cuentos olvidados del mundo: “Canarias es un territorio de mujeres silenciadas, donde lo ‘culto’ era hablar en ‘godo´”

La escritora y editora de Libros de las Malas Compañías será protagonista del Festival Periplo de Puerto de la Cruz este miércoles, con una charla en el Museo Arqueológico, a las 18:00 horas, y una propuesta de narración oral, a las 21:30 horas

María Cristina Herreros (León) cuando escribe firma como Ana Cristina Herreros y cuando cuenta se transforma en Ana Griott. La filóloga y especialista en literatura tradicional fundó en 2014 la editorial Libros de las Malas Compañías, sello bajo el que publica sus libros, auténticos trabajos de investigación que ponen sobre papel los cuentos del mundo, para que sobrevivan al olvido y difundan la sabiduría y los conocimientos que hay tras ellos. La rescatadora de cuentos será una de las protagonistas de este miércoles, 19 de octubre, del Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras, Periplo, de Puerto de la Cruz. Ofrecerá una charla para escolares, a las 10:00 horas, y otra para el público general, a las 18:00 horas, bajo el título La voz diseminada. A las 21:30 horas, Griott saldrá a escena para llevar a los espectadores a vivir La vuelta al mundo en 5 cuentos, en el Museo Arqueológico, epicentro del principal encuentro con las letras del municipio, organizado conjuntamente por el Ayuntamiento y la plataforma Comando Periplo. Asimismo, en esta jornada se inaugurará la exposición Viaje a la Selva de los Pigmeos Baka de Camerún, de su editorial, a las 16:00 horas.

-¿Cómo, cuándo y dónde nace esa curiosa profesión de rescatar cuentos de tradición oral por todo el mundo?

“Tengo una abuela silenciada por lo que todas las mujeres fueron silenciadas en su época, por la dictadura. También tengo una madre silenciada por ser gallega en un momento en el que las lenguas estaban prohibidas. La historia comienza así: siempre he sentido fascinación por los cuentos que ellas no me contaron. Me tocó aprender a leer. Tanto leí que acabé en la Universidad de León y luego en la de Salamanca. En Madrid me licencié y me doctoré en Lengua y Literatura española hispanoamericana. Desde entonces, me dedico a hurgar en los archivos, buscando cuentos tradicionales rescatados por los folcloristas o por los que se dedican a recuperar la tradición oral. También hago trabajo de campo, escuchando a la gente, interesándome por lo que cuentan, por lo que cantan, para mostrar que ellos -muchos ni siquiera saben leer- también tienen literatura. La misma literatura de mi abuela represaliada o mi madre analfabeta, silenciada por ser gallega”.

-Usted que ha explorado el mundo a través del cuento, ¿dónde se narran las mejores historias?

“En cuanto al ámbito afectivo, los mejores cuentos del mundo se escuchan de los labios de una abuela, una madre, un padre. Sus palabras construyen un refugio donde los pequeños vencen a los monstruos y la justicia siempre triunfa. No obstante, los mejores cuentos del mundo se escuchan en África, donde la gente, todavía hoy, cuando cae la noche, se sienta en el suelo a compartir historias”.

-La editorial Libros de las Malas Compañías editó Cuentos antiguos de Gran Canaria, una obra que viene a recoger las historias populares más simbólicas de la isla. ¿Algún cuento canario llamó su atención particularmente?  

“De Canarias me encantó el cuento de La pata del muerto, una versión de otro que me contaba mi prima cuando era pequeña. En la tradición oral castellana se recitaba: ‘María, hija mía, dame la asadura que me robaste la sepultura’. En la tradición oral canaria: ‘María, dame la pata que es mía’. El cuento trata de una mujer que ama tanto a su marido que cuando este muere no quiere que lo entierren, le quita la pata al muerto y se queda con ella. En mitad de la noche el marido muerto vuelve al mundo de los vivos para recuperar su pata. Me encantó el relato porque descubrí en la boca de una mujer de Gran Canaria un cuento de mi infancia, porque ese cambio en las palabras, esa adaptación, es muestra de que el Archipiélago es un territorio de mujeres silenciadas, donde lo ‘culto’ era hablar en ‘godo”.

-¿En qué proyectos trabaja la editorial Libros de las Malas Compañías en estos momentos?

“Acabamos de llegar de Madagascar, de escuchar a las niñas de los hogares sociales de una ONG que trabaja dándoles formación para que puedan escapar de la prostitución, para que no tengan solamente ese futuro. En esta ocasión, he escuchado a las niñas mangaches. También han trabajado con ellas el ilustrador Daniel Tornero y el fotógrafo Kike Carvajal”.

-¿Los cuentos tienen fronteras?

“Los cuentos no conocen de nacionalismos, viven en el corazón de la gente, que les presta esa sede para el recuerdo, su voz, su pálpito y su piel para darles vida. Esa ausencia de fronteras los hace tan importantes”

-En una entrevista comentaba que los cuentos de las abuelas hacían que aumentara la esperanza de vida en algunos poblados del continente africano. ¿Qué tienen los cuentos para alargar la vida?

“Los cuentos alargan la vida porque hablan de la esperanza, de que la justicia se produzca, se repare el daño, de encontrar soluciones a los conflictos. Esto es algo muy esperanzador: sentir que nos podemos apoyar en los otros para caminar”.

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