LOS EDIFICIOS ROCOSOS DE LA FORTALEZA GRANDE, LA FORTALEZA CHICA Y TITANA, DAN FORMA AL MONUMENTAL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO GRANCANARIO DE LA FORTALEZA, LOCALIZADO EN LA CALDERA DE TIRAJANA, MUNICIPIO DE SANTA LUCIA. ES POSIBLE QUE ESTEMOS ANTE EL ENCLAVE ARQUEOLÓGICO MÁS SOBRESALIENTE DE TODA CANARIAS. RECORRER SUS HITOS ES UN PRIVILEGIO QUE HOY COMPARTIMOS CON LOS LECTORES DE CULTURAMANÍA.
Transitar por los estrechos y quebradizos senderos que permiten ascender en busca de los secretos del yacimiento de La Fortaleza, es una experiencia única, que no se olvida. Emoción y vértigo, fascinación e inquietud, …una combinación de estados y reacciones que sólo se concilian gracias una voraz curiosidad mediada por la prudencia. Tiempo atrás, con la fabulosa guía de Marco Moreno Benítez, codirector de la empresa Tibicena que investiga el lugar y que además gestiona el Centro de Interpretación ubicado a las faldas del mismo, ascendimos a la fabulosa catedral de piedra. Allí recibimos una clase magistral de historia en un espacio que lejos de cualquier duda, debió ser sagrado, tal y como ponen al descubierto numerosas evidencias. Los datos manejados hasta la fecha ya permiten hablar de una ocupación continúa del lugar que puede superar los 1000 años, algo que realmente resulta asombroso. Hablamos de dataciones del siglo IV d. C. Los estudios permiten hablar del lugar como el conjunto patrimonial más importante y de mayor envergadura de Gran Canaria, al aglutinar en el mismo entorno un poblado con más de medio centenar de espacios habitacionales, silos de almacenamiento y otras estancias, túmulos funerarios, recintos cultuales desde los que además de ofrendas y ceremonias, se podían hacer observaciones astronómicas, ejemplos diversos de grabados rupestres, vestigios de cuevas pintadas, muros perimetrales que compartimentaban los diferentes niveles y/o tenían carácter defensivo, etc. La Fortaleza aglutina elementos tan exóticos y evocadores como las pintaderas, los sugerentes ídolos, vestigios de “fuegos perpetuos”, o sacrificios animales, de los que se han encontrado ejemplos en el lugar, junto a otros que pueden llegar a ser revolucionarios en el futuro relacionados con cuerpos humanos. Hace poco más de dos años se reveló el hallazgo de restos de al menos una veintena neonatos, datados en el siglo XIV, abriendo la puerta a otro misterio.
En nuestro ascenso y gracias a las indicaciones de nuestro guía vemos los vetustos grabados, los restos de almagre…da la sensación, sospechada por los investigadores, que ascendemos por un camino ceremonial, algo también descrito en otros lugares de Canarias.
Durante mucho tiempo, y como producto de una de las tantas distorsiones interesadas que se han prodigado en Canarias, La Fortaleza fue identificada con el lugar de Ansite, el enclave de Tirajana desde el que presentaron resistencia los hombres de Bentejuí en abril de 1483. En la histórica Fortaleza de Ansite se rindieron, y desde sus riscos, según la crónica, se lanzó el líder canario junto al faicán de Telde, ambos al grito de Atis Tirma. Los estudios de Tibicena y la opinión de un creciente número de arqueólogos apuntan a que esa identificación es errónea, es decir, que La Fortaleza que nos ocupa y Ansite, son dos enclaves distintos. Hoy la opción más plausible para este monumental conjunto arqueológico es que pueda ser el Templo de Humiaya o Humiaga, uno de los dos grandes templos indígenas de Gran Canaria, que Gómez Escudero, hacia el año 1682, referencia al escribir que “También iban a dos riscos mui altos: Tirmah en el término de Gáldar, y otro en Tirahana llamado humiaia y riscos blancos” Siglos antes, el historiador Alonso de Palencia, con noticias del año 1490 escribía en su crónica conocida como Cuarta Década lo siguiente “Y acometen a Tirajana, un pequeño pueblo montaraz y uno de los dos refugios de los canarios; el otro era Thirma. En ambas partes se alzaba un templo bien equipado para sus supersticiones. Suben los nuestros a la cumbre del monte. En el cuerpo de guardia del templo, construido a manera de un castillo con toda clase de fortificaciones”
La funcionalidad arqueoastronómica sigue en estudio, pero existen dos territorios de trabajo: el juego de luces y sombras que genera en el entorno la propia Fortaleza y sus accidentes en interacción con el Sol; y ciertos alineamientos solsticiales y equinocciales que ponen en relación este gigantesco “almogaren” con otros enclaves culturales visibles en la distancia, en el perímetro de la Caldera de Tirajana.
Una de las últimas vueltas de tuerca del lugar está en la reciente incorporación de la inteligencia artificial en el yacimiento, innovando en la materia en toda Canarias a nivel museístico. Los visitantes pueden conectar con LucIA, un asistente virtual accesible mediante aplicaciones móviles, que ha sido entrenada con toda la información recopilada durante décadas, totalmente veraz. En breve, se pondrá en uso Isaco, la adaptación para niños, dando forma con ello a una singular confluencia entre nuestro fascinante pasado y el presente y futuro mediado por la tecnología.
Imagen recreada para el artículo