sábado, octubre 5, 2024

Milo Ke Mandarini: «Hacer esta música nos posibilita abrir otras puertas y conocer otras culturas»

Dentro de la IV Muestra Etnográfica de Canarias y Música de Raíz Etnomundo, que tuvo lugar entre el 10 y el 14 de junio de 2024 en La Laguna, estuvieron invitados Milo Ke Mandarini, dúo formado por Isabel Martín y Carlos Ramírez originarios de Toledo que estuvieron presentes en su doble vertiente como músicos (realizaron un taller de canto y percusión y actuaron el sábado 14 de junio cerrando la muestra) así como constructores de instrumentos tradicionales (realizaron un taller de construcción de pandero cuadrado de Peñaparda). Culturamanía estuvo ahí, cubriendo los distintos eventos y manteniendo una conversación con ellos sobre sus orígenes e inquietudes.

Culturamanía: ¿Cómo transformaron la música, en principio una inquietud personal, en un modo de vida?

Milo Ke Mandarini: [Isabel] Yo estudié Educación Social y Antropología, pero siempre me había interesado la música, en donde me fui formando de manera autodidacta, no reglada, buscando los profesores que me enseñaran lo que me gustaba cantar. Mi formación antropológica me llevó a estudiar la música folklórica, buscando esa música de raíz.

[Carlos] Me formé como trabajador social y, a la vez, estudiaba guitarra, primero clásica y después eléctrica. En el último año de carrera realicé un Erasmus en Grecia, en donde entré en contacto con la música del Mediterráneo Oriental y cuando volví a España me traje ese bagaje sonoro.

Culturamanía: A pesar de ser de tierras adentro, el Mediterráneo ha sido, por lo tanto, un elemento central de su música.

Milo Ke Mandarini: Somos de interior y hay diferencias culturales con la música mediterránea pero realmente compartimos tantas cosas que nos lleva a hablar de una cultura mediterránea común por los viajes de los pueblos a lo largo del tiempo. Este ir y venir, ha dado lugar a un contexto cultural común entre el Norte de África, Turquía, Grecia y la Península Ibérica.

Culturamanía: Siempre existe un elemento primordial en cualquier crisol musical. ¿Cuál fue ese elemento que les dio sentido musical?

Milo Ke Mandarini: En este proceso, nos ayudó la música sefardí, música que no conocíamos. Cuando te enteras de que hay lugares en Grecia o Turquía en donde todavía existen personas que hablan un castellano antiguo hoy en día, quinientos años después de su salida de la Península, te lleva a descubrir los lazos que te unen con esa cultura que, a la vez, te une con tu propio pasado.

Culturamanía: Y ese pasado no lo pueden negar, como indica su propio nombre.

Milo Ke Mandarini: No lo podemos disimular. Nuestro nombre proviene de Grecia, de una canción tradicional Milo Mou Kai Mandarini [Mi Manzana y Mandarina] que es la manera en que se describe a la pareja en la canción, en tono cariñoso y de ahí sacamos el nombre, por su carácter simbólico para el dúo, Manzana y Mandarina.

Culturamanía: Con un nombre tan personal, tan simbólico, Milo Ke Mandarini, que habla de ustedes, ¿se puede colegir que su música es en sí una filosofía vital, una manera de ser?

Milo Ke Mandarini: Hacer esta música, en sí, es una filosofía vital, un modo de vida, una manera de querer aprender, de estar en el mundo, de enfrentarte a esta realidad. Y lo que hacemos, a la vez, es la llave que nos posibilita abrir otras puertas. El hecho de estar en Tenerife es producto de esta música, lo que nos faculta conocer otras culturas, elementos que se transforman en semillitas que nos llevamos e intentamos que crezcan, aprendiendo de ellas. Nuestra música nos permite crecer como personas y, por ejemplo, de esta visita a Tenerife, nos llevamos muchos sonidos además de un montón de instrumentos como el tambor de Valentina, el tambor gomero y tinerfeño, o las chácaras, que nutrirán nuestra música.

Culturamanía: Esas semillas, ese contacto con la gente, ¿es el origen de su música o están más ceñidos a unos cánones de estudios antropológicos, folkloristas?

Milo Ke Mandarini: No realizamos trabajo de campo como tal. No somos folkloristas, realizando investigaciones por los pueblos. Aprendemos de los lugares que visitamos, escuchamos muchísimo a la gente, sus canciones, buscamos especialistas que nos enseñen allá donde vamos. Con todo esto, hacemos nuestra música, dándonos mucha libertad a la hora de componer. Cada canción es ponerte en la piel de alguien que canta en Galicia o una señora que toca el pandero cuadrado en Peñaparda o un hombre que toca el laúd en una cuadrilla en Murcia, son mundos tan diversos, que cada tema es un trabajo intenso de escuchar mucho esa música para intentar interiorizarlo y poder expresarlo de la mejor manera.

Culturamanía: Ustedes rescatan melodías, rescatan letras, pero también rescatan instrumentos y divulgan su construcción como han hecho en Etnomundo. ¿Cómo fue que se hicieron constructores de instrumentos?

Milo Ke Mandarini: Fabricar instrumentos fue surgiendo poco a poco. [Carlos] Mi padre era carpintero y cuando se jubiló, me aportó el espacio, las herramientas y el saber, y eso me llevó a comenzar a reparar instrumentos de percusión pues en nuestra zona no había nadie que pudiera arreglarlos. Poco a poco fui dando el salto a fabricar mis propios instrumentos por pura necesidad, para poder tener esos instrumentos que nadie hacía. Sin buscarlo, nos fueron llegando encargos y nos hemos convertido en constructores de instrumentos e intentamos divulgarlos y darlos a conocer.

Culturamanía: En estos años, han sacado dos discos, realmente tres pues tienen una maqueta inicial. El primer disco La Vereda de la Gitana y, en este año, con una nueva formación, Cabra, en formato cuarteto junto Efrén López y Juanfran Ballestero, el disco Cabra Volumen I. Este último proyecto, ¿Nace de la necesidad de experimentar nuevos sonidos o nace de un hecho más importante como es la amistad?

Milo Ke Mandarini: De ambos hechos. Efrén es una de nuestras principales referencias y lo consideramos, junto a Eliseo Parra, uno de nuestros maestros. A través de su música conocimos los sonidos de Creta, esos sonidos mediterráneos. Participar con él en este proyecto está siendo un viaje maravilloso, profundizando en nuevas músicas.

Culturamanía: ¿Cabra Volumen I indica que puede existir un Cabra Volumen II?

Milo Ke Mandarini: Ya está grabado, pero no terminado pues queremos incluir uno o dos temas más, en donde nos gustaría incorporar nuevos sonidos como las chácaras gomeras o el tambor de Valentina. Estamos dejando reposar el primer disco, que salió a finales de febrero y del cual ni hemos hecho presentación en directo todavía y, aunque fue grabado por nosotros cuatro, nos gustaría incluir dos músicos más para presentarlo en formato sexteto. Estamos haciendo los ensayos, trabajando en ello para en otoño hacer algunas actuaciones de presentación. No hay prisas. Los inicios de Cabra son el 2020, cuando Efrén y Juanfran propusieron hacer este trabajo, buscando el repertorio de canciones con las que nos sintiéramos identificados y el disco ha salido ahora, en 2024. Nos gustaría que el proyecto Cabra perviviera, aunque es mucho más complejo pues somos más músicos y todo depende de su viabilidad. Es complejo pues cada uno debe cuidar sus propios proyectos que les permiten seguir adelante, pero la perspectiva es a largo plazo.

Culturamanía: Viendo sus tiempos, Cabra comienza en 2020 aunque el disco sale en 2024; su propia producción, maqueta en 2008, primer disco en 2016, ¿cómo llevan los nuevos tiempos de las redes sociales que nos abren las puertas a muchas músicas pero que nos encadenan a la inmediatez?

Milo Ke Mandarini: Muchas veces debatimos cómo gestionar las redes sociales. Te recomiendan siempre que sea un vídeo muy corto, que lo subas a una hora determinada, que lo vayas dosificando para publicar constantemente. ¡Y nosotros publicamos un vídeo de ocho minutos un sábado por la tarde! Es verdad que podríamos mejorar nuestra gestión de las redes sociales. Sin embargo, publicar un vídeo de treinta segundos para atraer a más gente, ¿qué sentido tiene que hagamos esto cuando no nos permite transmitir lo que queremos decir? Tenemos nuestro público que disfrutará con nuestro trabajo, un público minoritario pero que aprecia y valora lo que hacemos. Creamos nuestra música, ese es nuestro objetivo, y estar satisfechos con lo que hacemos.

Culturamanía: Y hablando de nuevos tiempos y nuevas tecnologías, ¿cómo están viviendo este revival folk tamizado por la música electrónica?

Milo Ke Mandarini: Dentro de nuestra música, no hemos sentido que haya cambio. Nos movemos en el mismo circuito de música que antes. De alguna manera, si es verdad que los cambios de los últimos años han hecho que haya mucha más gente que hable y busque, que indague en lo tradicional, aunque esta inquietud está muy ligadas a la incorporación de sonidos electrónicos y nuevas propuestas escénicas. En nuestra forma de hacer música, esto no ha influido.

Lo que tememos es que a los grupos folk o música de raíz se nos pida un plus de modernidad o espectáculo que ahora no tenemos, que hagamos otra cosa que no es nuestra música, que incorporemos sonidos electrónicos para subirnos a la ola, cosa que no está en nuestra forma de hacer y sentir la música.

Entrevista y fotografías realizadas por Álex Ro

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