domingo, diciembre 1, 2024

Santiago Díaz y la importancia de salirse del camino. Por Ruth Rodríguez Pérez

El afamado escritor y guionista Santiago Díaz estuvo este sábado 18 de marzo en el espacio cultural de la Recova presentando su último libro, “Indira”, en el Festival Atlántico del Género Negro, Tenerife Noir.


La presentación, muy amena y dinámica, en la que el escritor, siempre con pinceladas de humor y mucho desparpajo escénico, fue contestando la impecable entrevista realizada por Elizabeth López Caballero, respetuosa en todo momento con los que aún no se han leído la novela.


Comenzaron hablando de cómo un profesor de secundaria de educación física terminó dedicándose a la solitaria tarea de escritor. Su trabajo como docente tenía muy baja remuneración, por lo que al llegar el periodo estival de vacaciones no contaba con el peculio necesario para poder irse de viaje, y como sus amigos y familia se encontraban trabajando, de pronto se vio con demasiado tiempo libre, que debía llenar con actividades que no le supusieran ningún gasto, y fue así como durante el verano de sus 24 años, se puso a escribir su primer guion. Como muchos ya sabrán, Santiago es el hermano menor del ya en ese entonces exitoso guionista de televisión y escritor, Jorge Díaz, actualmente relanzado a la fama por formar parte del grupo de escritores conocidos como Carmen Mola, pseudónimo con el que ganaron el Premio Planeta en 2021. Cuando Jorge leyó el guion, le aconsejó lo enviara a varias editoriales, y así lo hizo.


Fue estando ya reincorporado al curso escolar, en septiembre, que recibió la llamada de una de las editoriales, a la que le había gustado el manuscrito y querían hacerle una prueba para trabajar con un grupo de guionistas. En un primer momento, se sintió sobrepasado por la noticia, ya que, a pesar de que su sueldo no era muy boyante, tenía un puesto fijo y, a eso, es muy difícil renunciar. Pero en enero, solo cuatro meses después, ayudando a tomar la decisión el montante que iba a percibir en el nuevo trabajo, tres veces superior al recibido por su puesto de docente, ya había solicitado una excedencia para probar suerte como guionista.
Durante sus más de veinticinco años de carrera profesional, ha escrito alrededor de 600 guiones, muchos de ellos de series muy populares como “Aquí no hay quien viva”, “Compañeros” o “Un paso adelante”. Pero no fue hasta 2018, también alentado por su hermano Jorge, que probó suerte con una novela, “Talión”, recibiendo los premios Morella Negra y el Benjamín de Tudela. A partir de ese momento, ha escrito tres thrillers policiacos más de gran éxito, haciéndose con un puesto de honor en el mundo de la novela negra.


No obstante, no se considera un autor de género, ya que, en su etapa como guionista, se atrevió con casi todos ellos, desde la comedia romántica, humor, drama, thriller e incluso probó con la novela juvenil, consiguiendo en 2021 el Premio Jaén de Narrativa Juvenil por su libro “Taurus. Salvar la Tierra”. No existe un tema a priori sobre el que no se atreva a escribir, y defiende que, en novela negra, caben absolutamente todos los géneros restantes, e incluso puede y debe, ser utilizado como medio de denuncia social.


Ya metidos en materia de su última publicación, la tercera novela de la saga protagonizada por la Inspectora Ramos, “Indira”, novela que el que haya tenido la suerte de haber leído, comprenderá que es muy difícil hablar de su trama sin destripar su contenido, por lo que los contertulios se limitaron en este caso a hacer un bosquejo de los personajes, tema que el autor cuida mucho, por lo que sus novelas se ven recompensadas por la riqueza que le aporta el mimo a la hora de perfilarlos. Eso, y su gran valentía, tanto a la hora de elegir la trama, como en la consecución de la misma, son las dos características que hacen tan especial a este escritor.


En el caso de la protagonista, inspectora de policía y jefa de un equipo de lo más heterogéneo, pero a la vez muy funcional, el escritor quiso buscar un personaje principal que no fuera encontrándose con problemas a lo largo de la narración, sino que el problema lo llevara siempre encima. Así fue como se aventuró en el vasto mundo de los problemas mentales, decidiendo dotar a su protagonista de un TOC muy exacerbado y limitante, llevando al extremo la higiene, hándicap que le limita, tanto su vida privada como la profesional, pero a la vez, dota a la obra de cierta comicidad, cualidad tan necesaria en el trascurso de un thriller policiaco.


Según sus propias palabras “a los personajes hay que cogerlos en el peor momento de sus vidas para que aporten interés al desarrollo de la trama, así como también es importante recurrir a personajes con defectos que los humanicen, para que el lector pueda sentirse identificado con ellos”. En esta nueva entrega aparece un nuevo personaje que enriquece mucho la novela, J.D., un policía gitano, repudiado por los suyos por ser policía, y por sus compañeros, por ser gitano, sin duda, todo un acierto.


Como punto final, se habló de futuros proyectos. Tiene firmadas próximas novelas, una histórica en la que trabaja actualmente, ambientada en los siglos XV y XVI, que verá la luz en abril del próximo año, y un thriller policiaco que saldrá en enero de 2025, probablemente la cuarta entrega de esta saga de la inspectora Ramos. Pero también ha firmado la adaptación de la primera novela de la trilogía de Indira, «el buen padre» con la que se hará una serie de televisión, de la cual él posee el derecho de veto, es decir, tiene la última palabra a la hora de realizar cambios con respecto a la novela. Asimismo, atendiendo a su pasado televisivo, se reserva la realización del capítulo piloto de la serie.


Y así llegamos al final del evento, tras una hora de charla que supo a poco y pasó volando, en el que la entrevistadora tuvo que frenar en varias ocasiones al autor, quién estuvo peligrosamente cerca de desvelar informaciones de momento blindadas por los contratos editoriales, debido a lo distendido del coloquio, y la natural bonhomía del mismo. Y para rematar la presentación, se pasó a la firma de ejemplares, momento en el que el escritor terminó de conquistar con su cercanía y naturalidad, al público allí presente.

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