viernes, abril 26, 2024

Adrián Gómez opina sobre la película «Bill & Ted Face the Music»

La nostalgia vende. Siempre queremos saber más de nuestros héroes de juventud: Rocky Balboa, Daniel Larousso, Indiana Jones, Sarah Connor, Clive Renton, Luke Skywalker, Rick Deckard… Por eso pedimos más. Cobra Kai, Creed, Trainspotting 2… todos vuelven, menos E.T.

Entonces, ¿cómo no iban a hacerlo los sementales salvajes? Los precursores de la era grunge, allá por el 88, Bill y Ted. Preston y Logan. Keanu Reeves y Alex Winter, capaces de fusionar la idiosincrasia del Dr.Who con Led Zeppelin o Black Sabbath. Los pioneros. Ya, después de Las alucinantes aventuras, llegó el Viaje, en pleno reinado de la generacion X (1993): Amores medievales, Mr Cudy o el Señor muerte se unen a la fiesta. Su carisma seguía a prueba de bombas, a pesar de que le habían salido serios competidores (Beavis and Butthead, Jay y Bob el silencioso…). Ahora han vuelto. En plena pandemia mundial. Los cincuentones héroes de San Dimas. Reeves y Winter llevan más de 30 años siendo colegas, y esa química traspasa la pantalla. De hecho, producen, junto con Steven Sodderbergh y el mismo William Saddler (el bajista pálido again). Y con Ed Solomon de nuevo al guión. ¡Y Orion fenecida!

La pareja, con novias e hijas igual de talentosas musicalmente, se vuelven a desplazar por el tiempo, intentando componer la canción perfecta. Para ello su prole viaja en el tiempo, reclutando trogloditas percusionistas, japonesas flautista, Mozart, Louis Armstrong o Jimi Hendrix. Mientras, los papis revisitan diferentes versiones de sí mismos, en el futuro, para rescatar la felicidad de sus respectivos matrimonios. ¿Delirante? Ya lo creo. Terapias de pareja, Robots de dudosa eficiencia, Dave Grohl o nuevos viajes al purgatorio, salpican la trama, que ríanse ustedes de la saga Terminator o Regreso al futuro. Y es que no todo va a ser la trilogía Antes de… de Richard Linklater. En plena pandemia mundial, Bill y Ted son más necesarios que nunca. Atención a los homenajes en Skype durante los créditos. Y atención a los solos de guitarra geriátricos después de ellos.

Hey, Dude! You,ve got It!

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