viernes, abril 26, 2024

El Libro de la semana recomendado por El Libro en Blanco y Culturamanía es «El mundo visto a los ochenta años» de Santiago Ramón y Cajal

Esta semana Culturamanía y El Libro en Blanco recomendamos: «El mundo visto a los ochenta años», de Santiago Ramón y Cajal, libro póstumo del sobresaliente científico, que nos muestra el panorama español de su tiempo a través de los ojos de un escéptico octogenario. El libro lo
edita Editorial Renacimiento y el prólogo corre a cargo de Javier Sanz, médico y escritor.

Con el «privilegio» de haber llegado a octogenario, Cajal pasó revistaen su último libro, editado tras su muerte, a diferentes aspectos de la vida nacional, alguno de los cuales sigue todavía pendiente de resolución. El sabio español es en este volumen un observador, no solo de los muchos e irremediables problemas físicos que trae consigo la senectud, sino también de algunos asuntos fundamentales que su patria no había resuelto y que casi un siglo después continúan sin respuesta. Sobresale entre ellos la escasa vocación estatal por la investigación
científica, limitándose a puntuales aportaciones al margen de un proyecto nacional pese a la buena cantera que el país proporciona humanamente. En esta gavilla de escritos no faltan percepciones castizas del mundo madrileño, de esa ciudad en la que cuajó la mayor parte de su biografía humana y científica. Es, en definitiva, un libro profundamente testimonial de un solitario y descreído octogenario de los años treinta, que también podría pertenecer a nuestro tiempo y a nuestra circunstancia histórica más actual.


Esta edición aporta además un esclarecedor prólogo del médico y escritor Javier Sanz. Con otros registros más propios de ciudadano observador que de hombre científico, conforma Cajal en este singular libro póstumo una visión del panorama español de su tiempo observada por un escéptico octogenario. La obra de Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) sigue gozando del aprecio de los seguidores de la Neurociencia no como una reliquia que se venera sino como el sólido precursor que fue, lo cual le valió el «Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1906» tras el Premio Internacional Moscú (1900) y la Medalla Helmholtz (1905).
De infancia peculiar y adolescencia aventurera acabó los estudios de Medicina, cuyo título fue el pasaporte para marchar como médico militar a Cuba de donde regresó con alguna merma física por contagio tropical. Desde entonces su pasión fue la investigación histológica, alcanzando las cátedras de Valencia, Barcelona y, finalmente, Madrid, donde llegó en 1892. Su «teoría de la neurona» –como célula independiente cuya actividad se transmite por conexión entre ellas– encauzó definitivamente el mundo de la investigación del sistema nervioso y no son pocos los centros punteros que a día de hoy inician a sus selectos estudiantes con
los textos de Cajal, muestra capital de la pervivencia del legado del médico e histólogo español, paradigma del hombre sabio.

Compartimos un pequeño fragmento del libro:
<<Preguntará acaso el lector: ¿qué me propongo demostrar en el presente libro? Ya el título prejuzga la respuesta. Cotejar dos estados sociales separados por un intervalo de sesenta años. Este parangón es peligroso, porque el anciano propende a enjuiciar el hoy con el criterio del ayer. He procurado, empero, huir en lo posible de este escollo. Se podrá advertir que si flagelo vicios evidentes del pensar y del obrar contemporáneos, reconozco también las excelencias incontestables de las costumbres y aspiraciones de la juventud. En estos últimos cuarenta años, pese a guerras monstruosas y a nacionalismos exasperados, la Humanidad civilizada ha progresado más, sobre todo en el terreno de la ciencia y de sus aplicaciones a la vida, que durante todos los siglos precedentes. No comparto, pues, el juicio pesimista de Spengler sobre la Decadencia de Occidente>>.

El libro en blanco – C/ Juan Pablo II, 35
Santa Cruz de Tenerife
www.libroenblanco.es

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