Lunes 21 de julio
La canícula reinó en La Mar de Músicas. Temperaturas altas que hacían imprescindible un buen abanico en el outfit de cualquier festivalero que se precie, que precedían al calor del Premio La Mar de Músicas que en esta edición recayó en el brasileño Toquinho. Todo se conjuraba para dar lugar a una noche cálida.

FAT HAMSTER & KANG NEW
El dúo coreano que realiza un electropunk muy potente, abrió un nuevo escenario en el festival, la Plaza del CIM. Este espacio está concebido para presentar propuestas más intimistas dedicadas a la fusión entre la música de raíz y los sonidos electrónicos.
Primera actuación en Europa del grupo, desarrollaron su repertorio casi sin interrupción, enlazando una canción tras otra, con breves periodos para respirar e hidratarse quienes, por momentos, parecían que iban a sufrir un síncope ante sus enérgicos bailes. A lo largo de su hora de actuación fueron presentando su reciente disco Brains in a Vat (2025)
Música para una buena sesión nocturna en algún club berlinés, tuvimos la suerte de disfrutarlos al borde del mar.

ORCHESTRA BAOBAB
Solo en La Mar de Músicas puede producirse un fenómeno tan extraño como la Orchestra Baobab. Banda senegalesa, que canta en francés y wólof, con ritmos cubanos. Porque esta orquesta es hija de su tiempo. Creada en los años 70, el influjo de la Revolución Cubana se dejaba sentir en el continente africano inmerso en el proceso de independencia en donde lo tropical era símbolo de anticolonialismo. Surgió el reggae como rock descolonizado y el son cubano era el ritmo de la revolución. Tras más de una década, a mediados de los años 80 se disolvió la banda para retomar su carrera a principios del siglo XXI ya sin los miembros fundacionales, aunque siendo fieles a su estilo afrocubano.
Con este equipaje a sus espaldas, se comprende que la Plaza del Ayuntamiento estuviera a reventar de público que se mecía a los ritmos de la Orchestra Baobab, con unos músicos entregados a la causa. Arrancaron su espectáculo con el son Caravana y Cabral, unos clásicos en su repertorio, sin dejar de visitar su tema más conocido Ultrus Horas, cerrando el concierto con temas como Ndéleng Ndéleng y Boulnamine, ambas de ritmos más senegaleses. Se divirtió la gente y se divirtieron los músicos. ¿Qué más se puede pedir para un lunes de pleno julio?

YOUN SUN NAH
Segunda ocasión que Youn Sun Nah visita Cartagena. Lo hizo en 2019 en el marco del Festival de Jazz de Cartagena, y lo ha vuelto a hacer con La Mar de Músicas. Cantante de jazz, su voz portentosa le permite llenar todo un escenario que para otras cantantes sería todo un páramo. Porque Youn Sun Nah no necesita de nada más para transformar sus melodías en hipnosis para el público. Y si además viene acompañada del pianista Bojan Z, todo está predispuesto para una gran noche de música en el Patio del CIM.
Con 11 canciones en el repertorio presentado por Youn Sun Nah hubo tiempo para todo. Para lucimiento de Bojan con solos de piano y teclados al mismo tiempo o para emplear el piano como tambor en temas como God’s gonna cut you down y Hot knife. ¿Y qué decir de Youn Sun Nah? Fue capaz de hacer una canción acompañada de una simple caja de música como ocurrió con Lilac Wine (magnífica versión del tema de Nina Simone) o versionar en estilo jazz temas de Albéniz, Armando Mazanero, Jefferson Airplane o Chet Baker. Y todo ello siempre con una sonrisa en la cara.
No es de extrañar la tremenda ovación que recibió, arrancándole los presentes un bis para cerrar su actuación.

TOQUINHO Y CAMILLA FAUSTINO
A punto de cumplir los 80 años, Toquinho recibió un más que merecidísimo Premio La Mar de Músicas a toda una trayectoria musical. Como dijo el propio cantante al recoger el galardón, es preocupante recibir un premio homenaje por toda una vida en la música, aunque siempre es mejor recibirlo en vida que una vez muerto.
Y es que el brasileño no estaba por regodearse con el galardón, recibiéndolo sentado en su butaca y con la guitarra en las manos pues para él, lo importante esa noche era la música, el espectáculo que iba a poner sobre la mesa.
Abrió la noche con la instrumental Apelo a la cual se incorporó inmediatamente Camilla Faustina cantando desde fuera del escenario Garota de Ipanema. A partir de ahí, enlazando anécdotas y canciones, ambos artistas fueron desgranando toda una vida dedicada a la música, con Camilla poniendo la voz y Toquinho el genio, en una amistad entre ambos de 9 años, 6 mes, dos días y una hora como repitió el maestro. Por si esto fuera poco, dos perlas nos tenían preparados. La primera, la presencia de Pasión Vega con quien Toquinho cantó el tema de Serrat, Aquellas Pequeñas Cosas; la segunda, la subida al escenario de Pablo Alborán, quien vino expresamente desde Madrid para cantar con el brasileño Contigo Aprendí y haciendo a dúo con Camilla Faustino, Eu Sei que Vou te Amar.
No faltó de nada, sonando en el Auditorio Paco Martín las melodías de Aquarela (primero en castellano y posteriormente en brasileño), O qué Será, Tristeza e, incluso, Gracias a la Vida de Violeta Parra.
El calor musical, el calor del aprecio entre los músicos, el calor del público, y el calor ambiental… todo predispuesto para arder en emociones. Así es La Mar de Músicas, los lunes al sol.
Fotografías y texto de Álex Ro