domingo, octubre 13, 2024

«Vivir en otro cuerpo» y «Volveremos a estar juntas» Microrrelatos –  Elena Hernández Yanes | LEYENDO MIRADAS

Vivir en otro cuerpo

Fluye. Como las diminutas gotas de agua en la inmensidad del océano. Imperceptibles, indispensables. Brota. Llenando cada célula, cada hueco, cada poro de la piel. Crea. La magia, el orden dentro del caos, el milagro de la vida. Es mi sangre en tu cuerpo. La historia de un simple mensaje. De un sí dentro de un mundo de paredes blancas, químicos impronunciables, y la esperanza calada en el iris de los ojos. De una oportunidad para darle sentido a un planeta de locos, para entender la importancia del roce de una mano en la asfixia de lo cotidianidad… Ser compatibles lo llaman en la ciencia. Compartir un ADN prácticamente idéntico, o lo que es lo mismo, nacer con la fortuna de hacer que un corazón siga bombeando lejos de tus propios latidos. Apenas unas horas fueron suficientes para la medicina, ni un segundo para el que determina que continúan los que tienen ganas de batallar. Va en un recipiente de plástico con la etiqueta de tu nombre. La veo. Es casi blanca, como si supiera que a partir de ella se pueden pintar todos los colores imaginables. La llaman médula y la mía le ganó la partida a tu leucemia. O quizás fui yo la que en realidad salió victoriosa. Y es que vaya suerte la mía de poder vivir en otro cuerpo.

Reflexión sobre «Vivir en otro cuerpo»

Me siento afortunada. Vivo en dos cuerpos, ¿se puede pedir algo más?

Volveremos a estar juntas

Llevo tu nombre, la misma mirada soñadora de inocencia y una herencia en mi pecho que me habla más de amor que de hospitales. Dormí acurrucada entre el vaivén de tu placenta, inspiré el olor de los mechones de tu pelo cada mañana, y me resguardé de este mundo raro en el hogar inventado entre tus manos y tu vientre. Ya no me hace falta acordarme, ahora leo en braille los recuerdos. Derramé lágrimas que empaparon tus camisas de colores preferidas, seguramente rompí alguna de esas figuras de porcelana que todavía adornan el comedor y sí, lo reconozco, más de una vez jugué al escondite solo para que fueras tú quién me encontrara. Conservo alguna de tus pulseras de piedras, es ese hilo rojo del que tiro cuando quiero llamarte; rebusco en las fotografías memorias para poder descongelar el hielo de mi alma y, no te lo vas a creer, le hablo a mis amigos de ti con más ilusión que dolor saliendo de mi boca.

Mamá, tengo que contarte algo:

ya no le temo a la muerte.

Porque se que allí, tu y yo, volveremos a estar juntas.

Reflexión sobre «Volveremos a estar juntas«

Llega un momento en que dejas de temer a la muerte, ese en el que sabes que será allí donde volveremos a estar juntas.

Biografía de Elena Hernández Yanes

ELENA HERNÁNDEZ

Me llamo Elena y soy periodista, aunque no creo que ninguna de estas dos cosas sean importantes. Nací un mes de octubre de 1989 en Tenerife y desde entonces supe que había venido para contar historias, aunque aún desconocía que la mía sería la más importante. Empecé a escribir como periodista, y tras cinco años como redactora en el periódico La Opinión de Tenerife, ahora soy responsable de contenidos de la agencia de comunicación y marketing Quimeras Canarias. Apasionada de los viajes y del crecimiento personal, me he formado en diferentes sectores, siempre siguiendo el rastro de mis corazonadas. Tu historia es medicina es el primer libro que publico pero la escritura es la forma que tiene mi alma de expresarse, así que auguro que este será un camino eterno.

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